En el acto, cuando el primer mandatario municipal terminó su discurso luego de hablar, de los patrulleros, las palomas mensajeras, el terremoto de Japón, la caída del muro de Berlín, la separación de Yugoslavia, el fenómeno económico chino, lo barato que están los mazos de cartas españolas, el precio de la achicoria y el futuro colapso del sol… se entregaron las llaves a los agentes policiales.
Ahí nomás encendieron las cuatro sirenas y salieron a dar una vuelta a la ciudad metiendo ruido. Los muchachos del Bar "La Milanesa" creyeron que se venía un operativo y luego de tirar las cartas en el inodoro escaparon a campo traviesa y todavía "El cara de lombriz" no regresó y su mujer lo anda buscando desesperada. Eso no es nada.
La Antonieta que había ido a comprar el pan al sentir semejante barullo se tiró cuerpo a tierra y en el movimiento se apretó el juanete contra una planta recién podada debiendo ser internada. Las malas lenguas dicen que por el módico precio de dos lucas le enyesaron los cinco dedos y pasaron la factura a la obra social.
Pero el peor que la paso fue el "Juancho" que estaba realizando una jornada de protesta durmiendo hasta la diez de la mañana para luego ir a trabajar con los "tungos" y se cayó de la cama. El parte médico dijo que tuvo distensión de ligamentos del tobillo por lo que le dieron cuatro meses de reposo.
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