“Argentina y China son dos potencias en materia de biotecnología agrícola y existe un fuerte interés de las partes en cooperar en el campo normativo y de investigación y principalmente en mantener un mecanismo de consulta en lo que respecta a la aprobación de nuevos eventos biotecnológicos. Este es un tema clave para el comercio de nuestro país como exportador de granos y oleaginosas”, señaló Julián Domínguez al dar inicio a la reunión entre los científicos de ambas naciones.
La delegación Argentina asistió a los centros de investigaciones de la Academia de Ciencias Agrícolas de China y de la Universidad Agrícola de China, donde los expertos realizaron intercambios sobre el marco legal de aprobaciones y evaluaciones de OGMs (Organismos Genéticamente Modificados), bioseguridad, eventos aprobados, eventos que se encuentran bajo examen; y se brindó información sobre el estado de la investigación científica en cada país.
En tal sentido, el Ministro de Agricultura, Julián Domínguez, destacó que “La Presidenta le asigna prioridad a los acuerdos biotecnológicos con China, como certificado de la calidad de la producción nacional”.
La delegación argentina está integrada por la Directora de Biotecnología del MAGYP, Ing. Perla Godoy, el Director de Calidad Agroalimentaria de SENASA, Ing. Juan Batista, la Directora del Instituto de Biotecnología del INTA, Dra. Elisa Carrillo y técnicos del área de biotecnología internacional del MAGYP. Por el lado chino, participaron funcionarios e investigadores del Ministerio de Agricultura, la Academia de Ciencias Agrícolas y la Universidad Agrícola.
Se trata del segundo encuentro para tratar el tema biotecnología desde la firma del Acuerdo sobre Cooperación Biotecnológica firmado por ambos países en 2004, durante la visita del entonces Presidente Néstor Kirchner a la República Popular China.
Argentina es el tercer proveedor de soja de China, que en 2010 importó 11,2 millones de toneladas desde nuestro país por un valor de U$S 5.000 millones. Además, se está negociando el acceso para maíz, luego que China se convirtiera recientemente en importador neto de este producto. De ahí el interés de la parte argentina por garantizar frente a la contraparte china la seguridad de los productos que produce y exporta al mercado del país asiático.
“Argentina cuenta con una sólida experiencia en materia de regulación de organismos genéticamente modificados. Nuestro país está a la vanguardia de los avances de dicha tecnología”, expresó el titular de la cartera agropecuaria Argentina.
Domínguez indicó que “el desarrollo de la biotecnología agropecuaria, de la siembra directa y la aplicación de tecnología en las maquinarias, son elementos que permitieron la importante expansión de la frontera agropecuaria que caracterizó a nuestro país en esta última década y que generó un aumento considerable de la producción agrícola nacional y, en consecuencia, un nuevo rol para la Argentina en la economía internacional”.
China, por su parte, se enfrenta a dos importantes desafíos: cambiar sus hábitos ante el desplazamiento de la población rural hacia las áreas urbanas y cambiar su cultura alimentaria. Por tal motivo, el Primer Ministro chino Wen Jiabao, destacó a la biotecnología como una de las herramientas principales para lograr los objetivos planteados en materia de seguridad alimentaria.
El Ministro Domínguez y su par chino, el Ministro Han Changfu, destacaron en noviembre de 2010, durante una reunión que mantuvieron en nuestro país, a la biotecnología como uno de las áreas principales de la cooperación agrícola bilateral.
Esta decisión política motivó la profundización por parte de ambos países de la investigación en materia de biotecnología.
Cabe destacar que China es el primer mercado para las exportaciones agrícolas argentinas, también es el tercer proveedor de productos agrícolas de China basado en exportaciones de porotos y aceite de soja. Asimismo, es el primer proveedor de aceite de girasol, segundo de carne aviar, jugo de uva y frutillas congeladas y cuarto de tabaco.
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