El sujeto a la una de la mañana se puso a escuchar música en su moderno equipo. Los vecinos se quejaron y lo denunciaron a la Policía Comunal. Los agentes le explicaron los alcances de las normativas vigentes sobre ruidos molestos.
El musiquero (A.L) bajo el volumen del equipo y los agentes se retiraron. Pero poco después volvió a repetir la acción de mantener despierto a los vecinos a dos cuadras a la redonda. Nuevamente regresaron los policías que fueron recibidos con ladrillazos e insultos por el desacatado.
El “rebelde” término en los calabozos pero sin el equipo de música que quedó sin su admirador.
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