Tres de los cuatro pergaminenses acusados de estafa vinculada a la Universidad de Madres de Plaza de Mayo, fueron condenados por el Juzgado Correccional a cargo de la doctora Gloria Aboud, mientras que la persona restante fue absuelta por falta de pruebas.
El Tribunal encontró a Ricardo Gabriel Banegas, Oscar Francisco Isa y Viviana Graciela Banegas coautores del delito de estafa, imponiéndoles a los dos primeros la pena de dos años de prisión de cumplimiento en suspenso y a la última un año y seis meses en suspenso con costas, en tanto que Norma Rosa Gaitán fue absuelta. El magistrado consideró con respecto a esta última que sólo se ha probado su intervención como cotitular de la cuenta bancaria en la que se realizaban los depósitos de las inscripciones, no surgiendo ninguna otra vinculación personal con el proyecto, más allá de su calidad de cónyuge de Oscar Isa. No surgieron en la causa ni se produjeron en el debate, pruebas que permitan acreditar en forma fehaciente el conocimiento que pudiera haber tenido la mujer de que las carreras ofrecidas eran sólo un ardid para el cobro de aranceles.
Con respecto a Ricardo Banegas fue probado que era alumno becado de la Universidad, habiendo utilizado tal nexo para llevar a cabo el proyecto; que participó activamente en la discusión del proyecto urgido, intervino personalmente y por escrito en las gestiones ante el Consejo Escolar como coordinador de la Universidad; recibía a los interesados en inscribirse, entre otras cuestiones.
En tanto que Oscar Isa, se probó que acompañaba a Banegas en todas las presentaciones ante la prensa, participando activamente en las gestiones ante el Consejo Escolar, como secretario de prensa de la Universidad, atención a los interesados y recepción de inscripciones. En cuanto a la tercera condenada, la prueba acredita que asistió a las conferencias de prensa dadas por el grupo, anunció el proyecto, acompañó a su hermano Ricardo a las gestiones ante el Consejo Escolar como secretaria de finanzas y abrió una caja de ahorro a su nombre a fin de que depositaran allí la inscripción y el pago de cuotas.
El Tribunal consideró que las acciones desplegadas por los tres acusados son sin duda demostrativas de la existencia de un proyecto común acordado previamente para la consumación del hecho, resultando todos coautores penalmente responsables.
El hecho de que hayan devuelto el dinero de las inscripciones no fue suficiente para desincriminar la conducta, ya que se llevó a cabo cuando los representantes de la Universidad habían dejado muy claro en los medios periodísticos su falta de vinculación con el proyecto y ya existía una denuncia penal en su contra, consideró la magistrada y tomó como agravante para los tres la multiplicidad de damnificados. En tanto que para los dos hombres también tuvo en cuenta la utilización de los medios de comunicación que favorecieron el éxito del plan urgido.
Además de la condena en suspenso, el Juzgado Correccional dispuso las siguientes reglas de conducta: mantener sus residencias en los domicilios individualizados, sin poder alejarse de los mismos por un lapso mayor de 10 días y con previa comunicación; deberán notificar dentro de las 48 horas todo cambio de domicilio y someterse durante todo el plazo de la pena al Patronato de Liberados de Pergamino.
Cabe agregar que Oscar Natalichio, la quinta persona que había sido llevada a juicio oral y que al momento de los hechos se desempeñaba en el cargo de secretario de extensión universitaria de la casa de estudios, fue absuelto en la jornada de alegatos e incluso el fiscal realizó una severa crítica a la instrucción penal preparatoria y enumeró una a una las pruebas que exculpan al encausado. (La Opinión)
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