Al acto de inauguración asistieron el Gerente General de Semillas, Raúl Palmieri, el Director de Marketing, Jorge Parizzia y los lideres Juan Pablo Raymondi y Alexandre Nicodemo. La nueva planta fue bautizada con el nombre de un pionero que impulsó el maíz hibrido en la Argentina, el Ingeniero Agrónomo José María Andrés.
“Hoy hay a nivel mundial una demanda muy alta de alimentos debido al crecimiento demográfico, y uno de los ámbitos agrícolas claves son las Américas, y particularmente nuestra región; por esto es una inversión clave”, dijo el ingeniero Jorge Parizzia,
El ingeniero Raul Palmieri, gerente general de Semillas de Dow, aseguró que “esta inversión es un escalón más hacia la solución de problemas de los productores”
La planta Colón
El contexto mundial es óptimo, el crecimiento de Argentina como proveedor de proteínas no tiene techo. Las necesidades mundiales siguen en aumento (solamente China en la merienda diaria de los chicos se consume la producción lechera de nuestro país), y las empresas siguen agregando tecnología para mejorar la producción.
En este sentido, recordemos que treinta años atrás un rendimiento de 70 quintales por hectárea era todo un récord y en el presente se llega a obtener cifras superiores a los 130 quintales), si a estas variables le agregamos que nos encontramos sobre las tierras más fértiles del mundo, el futuro es realmente promisorio. Podríamos decir que estamos parados sobre verdaderas “fábricas” de proteínas de origen vegetal.
En la nueva planta de Dow AgroSciences trabajan noventa técnicos y cuenta con un proceso por etapas donde existe una secadora de las espigas seleccionadas en el campo ( disminuyen la humedad de 33 a 14), luego el producto pasa a una planta clasificadora donde se realiza una primer selección.
Una vez de descartadas las espigas “defectuosas” el material ingresa a una “máquina cosechadora en miniatura” donde se separa la semilla del marlo.
El paso posterior en un ambiente aislado, es el curado de la semilla. En forma posterior el producto obtenido ingresa al almacenamiento donde las condiciones de conservación son monitoreadas en forma continua.
En los modernos laboratorios la semilla es liofilisada (extracción de humedad) quedando en condiciones de conservación casi ilimitados.
También se selecciona las semillas con proceso haploide. En gramíneas como el maíz, las células reproductoras, es decir, el polen y los óvulos, contienen 50% de los cromosomas de un individuo totalmente desarrollado.
La fertilización combina la información genética de los dos progenitores y la descendencia hereda series de pares de cromosomas, que portan la diversidad de cada uno de los progenitores. La semilla luego es enviada a la planta que cuenta la empresa en Indianápolis, Estados Unidos para completar los estudios genéticos.
En la planta Colón se amplió además las instalaciones del invernáculo (donde se realizan los ensayos con las semillas producidas) a un costo de 1.100.00 dólares
También se amplió la capacidad de procesamiento del sector de procesamiento de semillas, donde se invirtieron u$s 1.990.000 en maquinaria y equipamiento experimental.
José María Andrés
José María Andrés fue un verdadero pionero e impulsó el maíz hibrido en la argentina. Su labor comenzó en la década del 30, pocos años después de iniciarse las investigaciones en Estados Unidos.
El ingeniero agrónomo, José María Andres nació en Chivilcoy en 1909. En 1931 se recibe de Ingeniero Agrónomo al egresar de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de Buenos Aires y en 1937 funda el Instituto de Genética de la misma casa de altos estudios.
En los dos años siguientes es enviado por la Universidad para realizar un viaje de perfeccionamiento en el exterior.
Es así que concurre como Profesor visitante a las Universidades norteamericanas de Cornell y Minesotta.
A su regreso funda la cátedra de Genética en la Facultad de Agronomía y Veterinaria de Buenos Aires.
Entre 1945 y 1946, es enviado por la Fundación Rockefeller como Profesor visitante a fin de realizar tareas de perfeccionamiento en las Universidades de Cornell, Iowa y Kansas.
En 1951, libera el mercado del primer híbrido de maíz bajo fiscalización oficial de Argentina, se denominó “Morgan 51”
En 1963, viaja nuevamente al exterior en su carácter de Director Técnico y Genetista de Morgan, tomando contacto con diversas Universidades de E.E.U.U
Entre 1951 y 1993, su labor permitió la inscripción de 22 híbridos de maíz con líneas inéditas.
El Ing. Andres falleció en setiembre de 2008 a pocos días de cumplir 100 años.
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