“Es notable como la capacidad respiratoria mejora y los síntomas se atenúan en aquellos obesos que logran bajar de peso”, comentó la neumonóloga Beatriz Cimetta, quien forma parte de un equipo interdisciplinario para el tratamiento de pacientes con exceso de peso y enfermedades respiratorias que funciona en el Servicio de Neumotisiología que el ministerio de Salud provincial tiene en Tandil.
Según datos de la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, en el país el 18 por ciento de la población adulta es obesa. Como primera medida, la recomendación del ministro de Salud de la Provincia, Alejandro Collia, es que “todos aquellos que se encuentren en situación de obesidad mórbida se vacunen contra la gripe porque, de hecho, durante la pandemia de 2009 éste fue uno de los grupos poblacionales que registró casos graves y fatales” a raíz de infecciones por el virus de la influenza A H1N1.
En Tandil, junto con la neumonóloga, un psicólogo, una nutricionista, un enfermero y un profesor de educación física comenzaron a implementar el mes pasado un Plan Integral para obesos con índice de masa corporal de 30 o más y problemas respiratorios.
Hasta el momento, se conformó el primer grupo, integrado por 8 pacientes con un peso superior a los 120 kilos y patologías asociadas, previas o concomitantes al exceso de peso, como asma, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y broncopatías.
“Todo obeso presenta algún nivel de dificultad respiratoria porque el abdomen presiona sobre el diafragma y comprime los pulmones, además se trata de cuerpos de gran tamaño a los que, por lógica, cuesta mucho más oxigenar”, explicó Cimetta.
En tal sentido, agregó que si encima existe una patología de base como el asma o la EPOC las crisis se agudizan notablemente e incluso una gripe o bronquitis puede requerir internación y respiración asistida.
La especialista detalló que los pacientes obesos sufren una de las afecciones más difíciles de revertir, que es “la adicción a la comida, por eso requieren un abordaje desde diferentes perspectivas y la motivación grupal para sostener una dieta, hacer actividad física y mejorar su estado general”.
PASO A PASO
El primer paso del tratamiento grupal en el Servicio de Neumotisiología de Tandil, consiste en un examen clínico, endocrinológico y psicológico individual.
“En un primer momento se les efectúa una espirometría para medir la capacidad respiratoria, un electrocardiograma, radiografías, ergometría, análisis de laboratorio completos y, en función de los resultados, se crea una dieta y un plan de actividad física personalizado”, comentó el director del Servicio de Neumotisiología, Carlos Calvi.
El nutricionista, además, se ocupa de generar un plan de alimentación que no sólo contemple la reducción del peso sino el resto de las patologías que el paciente presenta entre las que suelen aparecer la diabetes y la hipertensión, frecuentemente asociadas a la obesidad.
Pero también, para hacer una dieta realmente viable, conversa con el afectado con la idea de respetar sus gustos. “Si además de hipocalórica le hacemos una dieta con componentes que al paciente no le gustan es poco probable que adhiera al tratamiento”, explicaron.
Por otra parte, todos los lunes al mediodía el grupo de pacientes y los profesionales se encuentran para pesarse, efectuar controles médicos, conversar sobre los logros y dificultades, mostrar su registro de comidas y analizar en forma conjunta el proceso de cada uno.
Luego salen a caminar juntos tres veces por semana o bien se reúnen en el servicio para bailar salsa o hacer gimnasia. “El proceso es largo y tiene sus altibajos pero el apoyo de los profesionales y de otras personas que están atravesando el mismo problema es motivador y confiamos en que el plan redundará en una mejor calidad de vida para los pacientes”, concluyó Cimetta.(DIB)
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