Diez años pasaron ya desde que se iniciara en el INTA Pergamino el servicio técnico gratuito sobre aparición de plagas, como resultado del Sistema de Alerta. Con motivo de la celebración, la Cámara de Aeroaplicadores de la provincia de Buenos Aires y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria rendirán un homenaje dado el alto grado de satisfacción expresado por los productores, asesores y el resto del medio agropecuario.
En ese marco, el 30 de junio se llevará a cabo un acto en la sede del INTA en Capital Federal (Chile 460) por medio del cual se reconocerá al staff y participantes del Sistema de Alerta conducido por el Ing. Agr. Nicolás Iannone. La génesis del Sistema de Alerta tuvo su punto de partida en la necesidad de transferir la Tecnología de Control químico del “barrenador del tallo” Diatraea saccharalis, generada en INTA Pergamino a fin de hacer frente a la principal plaga de los cultivos de maíz y sorgo.
Esta tecnología de control químico de Diatraea tiene la importancia de ser una alternativa al uso de la tecnología transgénica Bt generada por semilleros multinacionales, y se caracteriza fundamentalmente por ser mucho más económica que la tecnología Bt, aunque a diferencia de ésta requiere del monitoreo a campo de la plaga.
Por otro lado, el Sistema de Alerta implementado por INTA Pergamino está conformado por una Red de estaciones de monitoreo de plagas con trampas de luz, ubicadas fundamentalmente en localidades de Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos y La Pampa, y actualmente en expansión a zonas productoras de granos cereales y oleaginosos del centro-norte del país.
Mediante este trabajo en Red se realiza un seguimiento de la población adulta de las principales plagas de cultivos cereales, oleaginosas y forrajeros, y en cada una de las localidades bajo monitoreo de aparición de plagas mediante trampas de luz. El INTA Pergamino analiza la evolución de la información generada a través de la Red de trampas a fin de detectar los incrementos de poblaciones de insectos, determinar los Riesgos Sanitarios zonales por apariciones de plagas y difundir los Avisos de Alerta en los momentos oportunos, según lo que esté ocurriendo en la zona.
Compartir, transformar Sin lugar a dudas por la característica de su gestación este trabajo es un ejemplo de una experiencia exitosa, innovadora y en cierta medida transgresora donde el aporte de la institución aunado con el conocimiento de los usuarios generó un sistema compartido y transformador. Tras la generación de la tecnología de control químico de Diatraea se debió recorrer un arduo camino para concluir en el sistema de alerta, en este sentido Nicolás Iannone explicó: “La tecnología estuvo guardada varios años porque faltaba la oportunidad. Así que hice una encuesta pregunte en dos direcciones: pregunté a las plantas, que son como los chicos, no mienten. Me respondieron que de los 60 lotes evaluados en el corazón del núcleo pampeano todos los lotes tuvieron impacto económico de diatraea, el promedio de impacto económico era superior a los 10 quintales en 1995, 1996. Después le hice la pregunta al ser humano: en 59 de los 60 casos aseguraron no haber tenido problemas de diatraea. Todos me dijeron que no, salvo uno que me dijo que no tenía ni la más remota idea de qué era eso. Evidentemente había una disrupción entre la realidad del problema número uno del cultivo y la percepción que tenia la gente”.
-A partir de allí, ¿qué pasos siguieron? -Es muy difícil transferir una tecnología si no abrís los ojos primero. Para entonces, mediados de los 90, la gente no tenía internalizada la problemática, todos conocían de Diatraea, pero creían que a ellos no los agarraba. Hubo que cambiar muchas cosas para poder transferir este tipo de cuestiones técnicas, para entonces un tanto complejas. Entonces pensé en un Sistema de Alerta, porque uno no puede pretender que el ser humano pase de negro a blanco de una, hay todo un proceso. Como no se iba casi nunca al maíz después de haberlo implantado, entrada al lote en un inicio para la siembra y fertilización y después cerca de la cosecha, no podíamos pretender que se monitoree durante todo el ciclo. Si uno hubiera pretendido que el usuario, de golpe vaya a monitorear semanalmente al maíz, al igual que lo que hace en soja hubiera sido un infantilismo de mi parte. Entonces pensé, tengo que ahorrarle mucho trabajo de monitoreo al usuario (productores y asesores). Con dicho propósito implementé el Sistema de Alerta a fin de advertir sobre el inicio de aparición de Diatraea en la zona. O sea, que en su comienzo dicho sistema de alerta se desarrolló pura y exclusivamente para transferir la tecnología de control químico de Diatraea. Para ello se colocaron trampas de luz, a fin de capturar los adultos de la plaga ni bien aparecen; en realidad las trampas actúan como si se sacara una muestra de lo que hay arriba (aparición de los adultos voladores, bastante tiempo antes que éstos comiencen a poner huevos sobre el maíz, que es lo que se debe monitorear a campo. "Mientras no haya bichos arriba (referenciado a la no aparición de adultos de Diatraea), no va a haber problemas abajo". Entonces, cuando la trampa captura un pico de aparición de Diatraea, de inmediato se da el Aviso de Alerta a la zona. Ejemplo, damos el aviso de alerta para Arrecifes. Ello significa: “usuarios de Arrecifes, hay Diatraea en su zona, y por lo tanto vayan al lote una vez por semana a monitorear posturas de huevos, durante no más de tres semanas, porque si no hay postura de huevos tres semanas después del aviso de alerta, es porque no tendrán el impacto de esta problemática”. Gracias a eso empezó a funcionar la cosa. Originalmente el sistema de alerta no estaba pensado para toda la región pampeana, la idea era humildemente para el Partido de Pergamino y los que lo rodean, ese fue el objetivo el primer año. Pero en años subsiguientes el área de influencia del sistema de alerta se fue agrandando, fundamentalmente por interés de los propios productores y asesores, o sea los usuarios del mismo, tengo que ser honesto. Por ejemplo, me llamaban del sur de Córdoba, del centro de Santa Fe, o del oeste de Buenos Aires con la siguiente inquietud: “Iannone, mire, como hacemos mucho maíz convencional.. o maíz colorado, o pisingallo, etc., quisiera instalar trampas de luz, ¿usted no me podría asesorar?”. Te apoyo en todo lo que necesites, y también te ofrezco que participes de la Red de trampas de luz. A la información necesaria le sumamos los cursos gratuitos sobre reconocimiento de los adultos que se capturan y sobre el manejo de la trampa de luz, etc. Y así fue creciendo el área de influencia al instalarse más y más trampas de luz. Paralelamente y por propia inquietud de la actividad privada, se empezaban a escuchar cada vez más voces de asesores y productores sobre la necesidad de extender el Servicio Técnico de alerta para plagas del cultivo de soja y de otros cultivos graníferos y forrajeros; que es lo que se viene haciendo después de los tres o cuatro primeros años.
-¿Cuánto tiempo demoró el sistema en tomar vida propia? -Demoró sólo un par de años. El primer año empecé con 11 correos electrónicos y lo hice sólo, no sólo evaluando los datos registrados en pocas trampas de luz por entonces, sino también preparando la información y enviando yo mismo las comunicaciones técnicas con los avisos de alerta. Es decir, fue todo a pulmón, pero claro, eran poquitos correos electrónicos. Al segundo año, como era evidente el crecimiento de la base de datos, contraté un especialista en sistemas para poder mantener y agrandar dicha base, así como para hacer los envíos con software apropiado. Dicha base llega hoy a más 7000 usuarios, cerca de 2000 medios de comunicación diferentes, y sin dudas que seguirá creciendo.
-¿Qué reflexión personal puede hacer de lo logrado? -Por más que me encargue de poner el énfasis en este sentido, no podría expresar adecuadamente la verdadera dimensión de la realidad. Las satisfacciones que me ha dado este sistema de alerta, no me lo han brindado muchas lindas experiencias de las que he tenido la oportunidad de haber participado en mi larga trayectoria institucional. Todo el mundo necesita del estímulo, para corroborar que se está en la dirección correcta y/o reorientar la actividad lo necesario para hacerla más eficiente, y para renovar energías a fin de continuar profundizando el camino, máxime cuando su accionar es apreciado e importa mucho a sus destinatarios, o sea el productor agropecuario. Es por ello que tengo un profundo agradecimiento hacia todos los que de alguna manera participan de este trabajo conjunto, tanto a quienes apoyan desde la Estación Experimental como a los integrantes de la Red de trampas, así como a los mismos usuarios del sistema de alerta. Esto no lo digo a manera de una falsa modestia, no. Mucho de los logros se deben a la participación de todos, desde la parte de apoyo hasta los asesores profesionales y productores.
Las distintas problemáticas y falencias en la protección de plagas las voy conociendo y percibiendo en tiempo real en las diferentes zonas y regiones productoras de granos del país. Es un círculo virtuoso, el servicio técnico que se brinda contribuye a la mayor eficiencia y nivel de conocimientos de quienes lo reciben, y estos últimos a medida que van solucionando sus mayores urgencias se le van generando nuevas necesidades. Tanto las problemáticas de su presente productivo como las nuevas necesidades del usuario del sistema de alerta son volcadas a través de consultas técnicas, las que diariamente muchas de ellas van produciendo un mapeo de datos e informaciones que resultan en conjunto de un gran valor, todo lo cual a su vez sirve como insumos adicionales para ser vertidos adecuadamente a los propios usuarios. Por ello, como siempre señalo, los mismos usuarios del sistema de alerta también contribuyen. Mucho recibo gracias al sistema de alerta que coordino, porque la cosa no es de ida solamente. El mayor conocimiento genera mayores inquietudes, siempre.
¿Cuánto aprendió con el Sistema de Alerta? -Muchísimo, por eso digo "la gente que recibe el servicio técnico no sabe lo que a mí me devuelve". Que te llamen para hacerte una consulta desde un par de sitios de la región pampeana, dice muy poco o no aporta demasiado. En cambio, si tenés cerca de 50 consultas diarias provenientes de Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, de distintas zonas de la provincia de Buenos Aires, así como incluso del centro-norte del país, etc., en el curso de los días llegarás a tener una escenografía de cuáles son las principales problemáticas, no sólo de las plagas que están presentes, sino de qué es lo que se está haciendo mal, dónde están las mayores dificultades, riesgos e identificar las posibles causas, que es lo que se necesita enfatizar con información para corregir inmediatamente, y hasta se pueden inferir las necesidades e informaciones que está demandando el medio para el corto y el mediano plazo, etc. A través del INTA se brinda este servicio, y los que lo reciben nos devuelven un montón, no estoy exagerando en nada. A través de sus consultas e inquietudes nos devuelven datos muy valiosos, y a través de su confianza y agradecimiento nos generan suficiente energía y la dulce satisfacción de brindar servicio.
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