Esta actividad, se consolidó en la Capital Federal y el Conurbano, luego de la crisis económica y social de 2001, como respuesta al desempleo y la pobreza en la que se encontraban algunos sectores populares. En 2002, se calculó que alrededor de 40.000 cartoneros trabajan en Buenos Aires.
Con la recuperación económica del país pos-crisis, los cartoneros no desaparecieron. Al contrario, comenzaron a nucleares en cooperativas y a accionar con su trabajo desde otros ámbitos. Ricardo Coco Niz es un cartonero y promotor ambiental de Villa Crespo. Desde sus propias definiciones se describe cómo un ciruja, hizo hasta segundo grado y vive en una casa con sus 12 hijos. Coco, es el coordinador de la Cooperativa "El CorreCamino"; una asociación productiva de trabajo para el desarrollo y la protección ambiental. En su barrio, en una pared junto al dibujo de un hombre tirando un carro hay una leyenda que anuncia: "Tu basura es mi tesoro".
Según los especialistas, la basura mide la riqueza: cuanta más basura produce, más rica es una sociedad, ya que no se detiene a reciclar, ni a aprovechar lo que tira. En la ciudad de Buenos Aires se estima que se arrojan 4.150 toneladas diariamente, lo que supone 1 kilo por persona y por día. Una persona produce cada 80 días una cantidad de basura equivalente al peso de su propio cuerpo. En una vida de 80 años, serían casi 26 toneladas. "Cuando uno va al supermercado a comprar productos, se adueña de un montón de basura. La idea es aprender qué podemos hacer con esos residuos a la hora de sacárnoslo de encima. Separando la basura en origen podemos cuidar el planeta", explica Coco.
Utilidad a los residuos A partir de relevamientos de Greenpeace, se estima que en total, la Argentina produce 12.325.000 toneladas de basura por año; de ellas, 4.268.000 son aportadas por la provincia de Buenos Aires, la mayor productora de residuos. En el país, como mínimo, el 44% del total de los residuos sólidos urbanos (RSU) que se generan son vertidos en forma inadecuada, ya sea en basurales a cielo abierto o en sitios que no cuentan con los controles requeridos para una adecuada preservación de la salud humana y del ambiente.
Ante esta problemática, últimamente se ha popularizado la denominación de las tres "R" para caracterizar una gestión ambientalmente adecuada, la cual es comprensiva de los conceptos de: Reducción, Reutilización y Reciclaje. Sin embargo, sólo en función de la conciencia social de la población (tanto en acciones individuales y colectivas), la responsabilidad social asumida por las empresas y las medidas estatales, puede lograrse que esta concepción de la gestión de residuos se lleve a la práctica. Es por ello que Coco describe que "es muy importante que la gente empiece a entender que ya no se tira nada".
La reducción en la producción de residuos busca conseguir la disminución de la generación de residuos urbanos, así como de la cantidad de sustancias peligrosas y contaminantes presentes en ellos. La reutilización está relacionada con la producción de residuos; la adopción de medidas se centra principalmente en la reutilización de los envases. Por su parte, el reciclaje implica una serie de procesos industriales que, partiendo de unos residuos originarios y sometiéndolos a tratamientos físicos, químicos o biológicos dan como resultado la obtención de una serie de materiales que se introducen nuevamente en el proceso productivo.
En palabras sencillas y con un pote de yogurt en la mano Coco explica que la heterogeneidad y la mezcla de los residuos es lo que hace que sean difíciles de tratar. La calidad de los productos reciclados se encuentra relacionada con la recogida y la clasificación evitando, así, posibles contaminaciones. De este modo la necesidad de separar los diferentes materiales que componen los residuos se hace evidente. Desde la acción En la cooperativa hay 21 familias trabajando, y cada día se suma un cartonero lo que significa toda una familia. Ellos trabajan juntos para progresar y generar recursos. Son un grupo de cartoneros que se organizó con el propósito de llevarles una propuesta a los vecinos de determinado barrio: trabajar en equipo por el medio ambiente y por la inserción laboral de compañeros muchas veces en situación de riesgo social. Desde entonces, son promotores ambientales, cuyo objetivo final es la recuperación de los residuos sólidos para evitar que se entierren y se conformen basurales con material inorgánico, al tiempo que se posibilita "laburar autogestionadamente".
Coco describe que como cartoneros garantizan la disposición final, "lo que separamos no se va a enterrar, se comercializa y se destina a una línea industrial desde donde va a salir un nuevo producto de un material reciclado. Eso genera empleo y vuelve al mercado económico. Se reproduce el dinero y el plus es el saneamiento ambiental". Es por ello que, desde sus preceptos, el cartonero/recuperador merece otro trato a nivel institucional.
Hay registros de experiencias similares de trabajadores/recuperadores en otros barrios de la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, como las cooperativas Padilla, El Ceibo y José C. Paz. Según cuenta Coco, la cooperativa de la que forma parte "esta en una etapa de concientización puerta por puerta con los vecinos de Villa Crespo. Y al otro día pasamos por las casas, negocios, boliches a retirarlos". Hoy, los "del barrio" ya están respondiendo al mensaje de la cooperativa de separar los residuos en origen, como por ejemplo el vidrio, el cartón, el papel, el plástico.
Nuevas propuestas "La idea es tener un centro verde en Villa Crespo que no sea para traer en basura en camiones con biodegradables donde sería un poco infeccioso en el vecindario. Sino ejecutar esta tarea que tan solitariamente estamos realizando los cartones de la cooperativa en un galpón de 1.500 metros cuadrado donde podamos hacer un centro verde educativo donde puedan venir los chicos de los colegios a informarse que pueden cuidar al planeta separando los residuos que somos dueños cuando compramos un producto".
La cultura vigente del "usar y tirar", plantean cuestiones críticas a la problemática de la gestión de los residuos dado el impacto ambiental, sanitario, económico y social que generan. Por ello, una vez más es importante que Coco pueda expresar que "a la hora que compramos un producto pasamos a ser dueños de residuos". Si desea sumarse a su Campaña Ambiental, sólo tiene que separar el seco del húmedo en su domicilio, llamar para que lo retiren y, recordar que "para ayudar no hay que tener, hay querer hacerlo". Para comunicarse con La Cooperativa El CorreCamino, puede hacerlo al teléfono: (011) 4778.0845 o por e-mail a: celcorrecamino@gmail.com. Los días laborales son de lunes a viernes de 06 a 12 hs, y de 13 a 19 hs. Además, si quiere conocer la experiencia o simplemente acercarse puede hacerlo en Humboldt 1288, esquina Córdoba, en Villa Crespo; o en su Sitio
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