"Las armas en manos de civiles sólo aseguran muertes absurdas. En Argentina, el 65 por ciento de los homicidios dolosos tiene lugar en el marco de conflictos interpersonales y no durante la comisión de otro delito, como un asalto, por lo tanto un arma en la casa es un problema, nunca una solución", sostuvo el ministro de Justicia, Julio Alak, al destacar el Programa.
"La pretensión es lograr que en Argentina las armas estén exclusivamente en poder de las fuerzas de seguridad", agregó Alak en el acto.
El Programa consiste en la entrega voluntaria y anónima de armas de fuego y municiones a cambio de un incentivo económico, que va de 200 a 600 pesos, en puestos fijos o móviles del Registro Nacional de Armas en los que se las inutiliza como paso previo a su destrucción definitiva.
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