Cuando en el Proceso Militar la mayoría de los que en el presente “ponen el grito en el cielo” tratando de dividir a los organismo de Derechos Humanos, solo “hacían dinero” manchado con la sangre de los desaparecidos, estas valientes mujeres enfrentaban a la maquinaria más sanguinaria de nuestra historia, solamente armadas con los pañuelos blancos en su cabeza como símbolo de lucha. Nadie podrá igualarlas.
Victor Calvigioni.
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