“Afortunadamente para la tarea instructoría esos movimientos nocturnos y clandestinos quedaron registrados en el Libro del Garaje donde se guardan los vehículos de la Fundación”, afirmó Bonafini en el escrito presentado ante el juez federal Norberto Oyarbide, donde denuncia a los hermanos Sergio y Pablo Schoklender.
En esa línea añade que “la cantidad de movimientos ilustra sobre la función apropiadora y destructiva que se desarrolló por los querellados”, y ubica el episodio “al estallar el conflicto que se vivía entre las Madres y los ex apoderados de la Fundación Universidad Popular de Madres de Plaza de Mayo”.
“Desde que se pudo tomar posesión física de la sede de la Fundación, ubicada en Hipólito Yrigoyen 1520/22 de esta ciudad, se han precintado todas sus instalaciones y extraídos back-up de las memorias de las computadoras que no pudieron llevarse”, sostiene, al tiempo que indica que “se ha encomendado una tarea de auditoría y dado asueto a todo el personal” hasta que finalice esa tarea de inspección.
Bonafini denunció hoy ante el juez Oyarbide –a quien le pidió ser tenida como parte querellante- las maniobras que atribuyó a “los apetitos propios, e insaciables, de quienes han perpetrado este obrar delictivo”, en referencia a los hermanos Schoklender.
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