Los ejemplos violentos se multiplican. Un hombre se baja de un auto y recorre veinte metros para visitar a un amigo, entra en la casa y se pone a platicar. Sin darse cuenta alguien lo había seguido. Escucha el ruido de una moto, sale y ve huir a dos mujeres que habían rayado el auto. Los daños económicos fueron cuantiosos.
Una mujer discute por un terreno con su amante. Un asesor de su pareja le habría dicho pegale un tiro total tenes más de setenta años. El individuo en cuestión la amenaza de muerte con una escopeta de dos caños, termina siendo denunciado y con el arma de fuego secuestrada. Una pareja se separa. La mujer despechada le incendia el auto. No hay límites ni frenos cuando existe el "despecho"
Un hombre persigue con un cuchillo a su yerno. La víctima se refugia en la Comisaría. Un matrimonio tras larga reyerta termina corriendo varias cuadras cuando uno de ellos la amenaza con un cuchillo. Dos mujeres se pelean en pleno centro, caen al suelo, ocasionales transeúntes las alcanzan a separar. El problema era la competencia por el amor de un hombre. Un adulto viola el perímetro que el magistrado actuante determino para la seguridad de la mujer. Otra nueva denuncia se presenta. El habitante de un barrio no sabe como obrar. En su puerta aparecen cajoncitos mortuorios, montañas de sal etc. Se presenta la denuncia pero nada se puede hacer.
En una Escuela, un alumno levanta la mano contra una maestra y en otro colegio un escolar amenaza de muerte a una docente. Esto no pasa en el conurbano bonaerense ocurre en nuestra ciudad. El 30 por ciento de las denuncias presentadas gira en esta problemática: la violencia, entre parejas, violencia entre vecinos, separaciones conflictivas etc, etc. El problema parece no tener fin y se acrecienta ocupando el tiempo de fiscales, defensores, y jueces. La ciudad de Colón indica que por violencia y amenazas de muerte tiene la mayor cantidad de denuncias por habitante.
Otro tipo de violencia
Una maestra deja la cartera en una silla. Se dirige a dar clase. Cuando vuelve le falta el dinero que dejo en su interior. Un duro golpe para su economía. ¿Quien le hurto?. ¿Los alumnos o sus colegas?. Una mujer bien vestida y de buena posición económica recorre el supermercado. Las cámaras captan movimientos extraños. Se la llama a una oficina. La ladrona niega los hechos pero le dicen donde tiene la mercadería de origen ilícito, y se desmorona. El robo hormiga en los supermercados es otro problema. La mayoría son mujeres y de buena posición económica y muchas de ellas ponen el grito en el cielo diciendp "Que vergüenza no hay seguridad".
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