(GEI/AEN) – De las distintas formas de arritmia cardíaca, la más frecuente es la fibrilación auricular. Las palpitaciones, la fatiga y la dificultad para respirar que la caracterizan afectan al 8% de los mayores de 80 años, mientras que las internaciones que ocasiona aumentaron un 66% en los últimos 20 años.
Ante esto, cardiólogos argentinos han desarrollado una técnica que reduce el riesgo de la complicación más seria que se asocia al tratamiento de la fibrilación auricular, que es la perforación de la aurícula y el esófago. La nueva técnica guía a los médicos durante el procedimiento, ya que le ofrece una imagen tridimensional del corazón y de la ubicación del esófago, evitando lesiones que pueden llegar a ser mortales.
“La técnica fue creada aquí en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), y desde marzo de 2009 la hemos empleado con éxito en 127 pacientes. Cada día que pasa se reafirma la idea de que esta técnica es realmente útil”, manifestó el doctor Fernando Scazzuso, jefe de Electrofisiología Invasiva del ICBA, que desarrolló la técnica.
Una solución efectiva En 1998 fue introducido un tratamiento capaz de curar al 80% de las personas con fibrilación auricular, hasta entonces una afección crónica e incurable. La ablación de los focos eléctricos que causan esta arritmia, y que se hallan en las venas pulmonares del corazón, se convirtió en una solución efectiva, pero como todo tratamiento, no está exento de riesgos.
En los llamados aislamientos de venas pulmonares, en los que se aplica (desde el interior del corazón) calor alrededor de esas venas, ocurre una temida complicación: la fístula atrioesofágica. “Esta ocurre cuando el calor aplicado atraviesa la aurícula izquierda y daña el esófago, produciendo la comunicación entre ambos. El corazón es estéril, el esófago no; si se junta la sangre de la aurícula con el aire del esófago puede producirse una infección (sepsis), que puede causar la muerte”, explicó Scazzuso.
“Para evitarlo, desarrollamos una técnica que fusiona dos técnicas -la tomografía computada y el mapeo electro anatómico-, y que a través de un software especial permite tener la visión tridimensional del corazón y del esófago, que es lo que no hay que tocar”, agregó el doctor Alberto Giniger, jefe de Electrofisiología y Arritmias del ICBA.
La técnica, presentada en distintos encuentros de la especialidad (como el Congreso Europeo de Cardiología o el Simposio Internacional de Fibrilación Auricular), ya ha comenzado a ser adoptada en algunos centros médicos de Estados Unidos y Europa.
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