En las últimas semanas se dio una serie de delitos en la zona rural donde se faenaron clandestinamente varios novillos.
La denuncia fue presentada por Raúl Angeloni . En dos lotes de su propiedad en el termino de una semana los cuatreros faenaron cinco animales (tres terneros, un novillo y una vaca). El último animal fue muerto en un corral de encierro, cerca de una casa y que tenía iluminación. Los lotes del martillero público están ubicados en proximidades del arroyo Colón.
En el caso de los terneros no se dejaron rastros, y en la última vaca muerta de alrededor de 500 kilos, los delincuentes dejaron el costillar, y las visceras. Cabe destacar que hubo un periodo de más de 10 años donde prácticamente no existía el faenamiento clandestino de los cuatreros. Sin embargo en los últimos meses serían varios los productores afectados (en muchos casos sin denuncia).
Como funcionan los cuatreros
En la oleada de robos de animales que hubo entre el año 2000 y 2001, los cuatreros actuaban de la siguiente forma: Un hombre en bicicleta se acercaba al campo y faenaba el animal. En forma posterior y luego de terminar la tarea, un cómplice pasaría a buscar el animal faenado en una camioneta o un vehículo. La misma era dispuesta en bolsas de polietileno.
La segunda metodología usada, se hacia con un auto que acercaba al cuatrero al campo donde con anterioridad "marcaron" los animales a faenar. El vehículo se retira y pasaba a buscar horas después al delincuente y al animal carneado
Este accionar es difícil de detectar. En noches "cerradas" los cuatreros utilizan linternas que apuntan al suelo para no ser observadas por las patrullas rurales y en noche de luna llena (la mayoría de las veces), el trabajo se realiza más fácil debido a una visión casi perfecta. La última ola de cuatrerismo
La última ola de este tipo de delitos se dio entre mediados de los años 2000 y 2001. Los afectados fueron Manuel Errasti, 2 novillos, Marcelo Errasti, 1 ternero; Ricardo Scarone, 1 novillo; Norberto Gambealte, Andrés Baños, 1 vaca; Bautista Ortiz, varios lechones; José Centani, 2 vacunos; Faustino Roco, robo y destrozo de vivienda; Horacio Capretto, 3 vacunos; Manuel Errasti, 1 vacuno; Familia Gabino, 1 vacuno; Familia Maranessi, 1 vacuno; Indio Muerto, 1 vacuno; Hugo Pascussi, robo de elemento de vivienda; Miguel Pascussi, 1 ternero.
Un capítulo aparte mereció, Alberto Dell Antonio que hasta enero del 2001 en total le habían faenado 39 vacunos.
Las pérdidas alcanzan casi a 20 mil dólares. También el productor Horacio Capretto, fue uno de los más perjudicados con casi una decena de animales livianos sustraídos. Por otro lado, a Raúl An- geloni le habían faenado tres novillitos.
Los casos siguieron con su itinerario, en el campo de la familia Franco, en cercanías de "La Juliana" y un productor vacuno propietario de un campo en la zona de "El Triángulo" (Velazco) finalmente liquidó su stock ganadero, debido a los hechos delictivos sufridos (cinco animales faenados).
Los hermanos Errasti, recibieron la visita de los malvi- vientes en varias ocasiones y en conjunto sumarían casi una decena de novillos faenados. En todos los casos los cuatreros actuaban después de una noche de lluvia, y regresaban a nuestra ciudad por caminos alternativos. Se dio el caso de la faena de un toro a un campo de Dell´ Ántonio donde faenaron un toro que tenía un valor de tres mil dólares. Los cuatreros pusieron los trozos en bolsas de polietileno color negra, que iban a ser utilizados para hacer chorizos.
Los cuatreros fueron atrapados. Por otro lado, en aquellos años se sentenció a un cuatrero con domicilio en nuestra ciudad. El Juez le concedió una pena a cumplir. La misma era llevar todos las semanas seis kilos de carne al Hospital Municipal Eduardo Morgan, sin especificar los cortes (podía llevar puchero o lomo).
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