El chofer de la unidad sabía la situación y le pidió a Gendarmería que le permitiera llegar a Chacabuco, donde le esperaba un trasvase dispuesto por la empresa consignataria de la carga.
Pero Gendarmería se lo impidió y alertó a los Bomberos de Pergamino, desde donde se dió intervención a los Bomberos locales, inicián- dose un operativo que se prolongó varias horas y llegó a congregar, en lo más álgido de la situación, al propio intendente, Eduardo Quiri, y a la mayor parte del gabinete municipal, amén de un equipo médico del Unzué, Policía Vial.
La pérdida del tanque no era grave; pero las condiciones climáticas del lunes por la noche facilitaban la condensación del peligroso producto, que tendió a formar una nube tóxica. Providencialmente, el viento la disipó hacia el este, evitándose de esa forma natural que las emanaciones cruzaran la zona de montes anterior a la rotonda donde fue detenido el rodado, al otro lado de la cual están los barrios La Loma y Santa Rita, cuya evacuación, inclusive, llegó a considerarse en algún momento.
No fue necesario y, de hecho, desde la secretaría de Salud de la comuna se aclaró mediante un comunicado oficial que no hay riesgos para la salud humana ni por las emanaciones ni por posible contaminación de las napas de agua. Igualmente, la zona donde se produjo el derrame fue cercada por personal de la empresa Restec -contratada por el consignatario de la carga a efectos, justamente, de intervenir ante cualquier contingencia- y no conviene acercarse a ella. Además, se evaluará si es necesario "remediar" -es decir, remover- la tierra afectada.
Pero pese a que todo terminó bien, el siniestro volvió a poner sobre el tapete una problemática puntual: el tránsito -y en consecuencia, el acopio- de sustancias peligrosas en esta jurisdicción. DETALLES
Este lunes, poco antes de las diez de la noche, un camión cisterna con un cargamento de ácido clo- hídrico, consignado por la firma Barberis SA, de Chacabuco, con rumbo a Bahía Blanca, fue detenido en la ruta 188 por un control de la ARBA, que estaba circunstancialmente reforzado por personal de Gen- darmería.
Allí se advirtió que de una pequeña perforación de la cisterna estaba fluyendo la carga. El chofer ya se había percatado de esto, pero pretendía llegar a Cha- cabuco, donde el consignatario ya había dispuesto el trasvase del producto a otra cisterna. Pero Gendarmería no lo permitió y se dió la alerta.
Llegó al lugar -la zona de montes poco antes de la rotonda- una dotación de Bomberos Voluntarios al mando del Cmte. Ricardo Rivolta, a la que se sumarían otros dos grupos de apoyo más Policía Vial, personal de seguridad del concesionario de la ruta, personal de la Policía Ambiental de la Departamental Junín y un equipo de urgencias del Unzué, además de funcionarios municipales a cargo de distintas áreas operativas (Urbanos, Vial, etc.), y los comisarios Aguirre y Becerra, de la Comunal.
Lo más preocupante era que, por las condiciones cli- máticas, el ácido clorhídrico tendía a condensarse en forma de nube: por tratarse de un producto sumamente tóxico (aunque escasamente inflamable, por suerte) llegó a evaluarse la posibilidad de evacuar a parte de los vecinos de La Loma-Santa Rita, que residen a pocos metros del lugar. Pero no fue necesario, ya que el viento contribuyó a alejar las nubes hacia el este.
Mientras tanto, los Bomberos, munidos de equipos de protección, se abocaron a colaborar en la limpieza de la ruta tras infructuosos intentos de frenar la avería del cisterna. Hubo que trasvasar la carga allí mismo, lo cual se logró. La ruta 188 estuvo cortada, en tanto los Bomberos, con ingentes cantidades de agua, procuraron diluir la mayor parte posible del producto derramado.
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