"Esto involucra a más de 4 millones y medio de usuarios y, además, se ha puesto en marcha la trazabilidad de los medicamentos para los enfermos de cáncer, hemofílicos y HIV, que son los tres medicamentos más caros que han sufrido falsificación y adulteración, y también robo, todo lo cual es un paso trascendental", dijo la Presidenta.
Cristina advirtió que "existe la necesidad de regular a las prepagas" y sostuvo que "el nivel de queja de las obras sociales es inferior al de las prepagas".
"Existe concentración. 25 obras sociales concentran el 80 por ciento de los que tienen cobertura fuera de la salud pública. Ha habido una evolución muy importante en cuanto a la incorporación de fondos a las obras sociales. 3.129 millones de pesos recaudaban en 2003 al asumir Kirchner. En 2010 recaudaron 19.610 millones, un 526 por ciento más: por generación de puestos de trabajo y mayor poder adquisitivo y por haber eliminado el Ejecutivo el tope de las contribuciones patronales y aumentado los aportes", aseguró.
"No existía ningún tipo de regulación en el sector de las prepagas, pero sí en el de las obras sociales", consideró Cristina y añadió que "no debe haber temor".
"La ley prevé que el Estado podrá aumentar o fijar cuotas especiales para personas enfermas que se afilien a las prepagas. El promedio de aportes en el sector es de 1.000 pesos en las más caras y, las menores, de 569 pesos. Las obras sociales, en cambio, no alcanzan los 369 pesos", aseguró la presidenta.
"La medicina prepaga toma normalmente a la gente sana y joven", destacó la mandataria y sostuvo que, sin embargo, existen "más quejas en el sector privado que en el de obras sociales".
"Nadie está procurando que se funda ninguna empresa y lo hemos demostrado hasta ayudando a pagar los sueldos para que no echaran a la gente. Valoramos las inversiones y el esfuerzo. Las prepagas continuarán siendo rentables. Pero hay que garantizar el derecho de todos los usuarios. No es ningún negocio para el Estado que se fundan. Hay que ser racionales, serenos y equilibrados. Esto tiene que ver con la política pública", puntualizó.
En tanto, la jefa de Estado afirmó que "alguna vez tendremos que hablar con los laboratorios para saber por qué una simple ampolla para hemofílicos cuesta 50 mil pesos".
"Esa persona necesita esa ampolla porque, de lo contrario, se muere. Y de ahí que debe costar tanto. Hay que abordar el tema. Existe actualmente una gran inversión por parte del Estado, que protege a 16 millones de habitantes", dijo la presidenta, quien agregó que hay cuatro millones y medio de personas que cubre el PAMI y, otros tantos, en la medicina prepaga, además de 15 millones que abastecen las obras sociales.
Antes, el ministro de Salud, Juan Manzur, anunció un Programa de Trazabilidad de Medicamentos que permitirá registrar la movilidad de éstos desde su elaboración en los laboratorios hasta su llegada al paciente.
Manzur señaló que este programa comenzará a partir del 15 de junio y sostuvo que éste permitirá controlar la legitimidad de los medicamentos para evitar situaciones anómalas.
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