Entre noviembre de 2011 y marzo de 2012, se celebrará el Juicio Oral y Público de la causa judicial que fue una bisagra para los pergaminenses y que puede repercutir según las últimas encuestas sobre las elecciones de octubre. Estamos hablando de la causa "Spartakus" que tiene un grosor de nueve expedientes. El Fiscal en Juicio Pablo Santamarina entregó los expedientes agregando las pruebas que creía convenientes al Tribunal Penal y Criminal de Pergamino conformado por los jueces Danilo Cuestas, Guillermo Mario Burrone y Miguel Gaspari. Ahora es la parte de los abogados defensores (también estará el Dr. Oscar Morea defensor de uno de los principales acusados) .
La causa
En el juicio oral que será cubierto por medios regionales, provinciales y nacionales, declararán más de cien testigos y numerosas organizaciones de defensa de los derechos de la mujer estarán con los ojos abiertos sobre el dictamen. Se debe recordar que la misma hermana Marta Pelloni titular de la Red Nacional Infancia Robada, estuvo en Pergamino acompañada por el padre Denis Fitzpatrick para referirse a la grave situación. En los corrillos se habla que algunos testigos podrían en el momento de dar testimonio aportar datos que abriría el "juego" a nuevos y futuros imputados que concurrían al sitio para mantener relaciones con las menores.
La causa comenzó con un allanamiento realizado por efectivos de Gendarmería en un local nocturno denominado "Spartakus", ordenado por el Juzgado Federal de Posadas «Misiones» a cargo de Ramón Claudio Chávez, vía exhorto al Juzgado Federal de San Nicolás, y dio como resultado el hallazgo inicial de 14 menores -de entre 15 y 17 años de edad-, de nacionalidad paraguaya, que ejercían allí la prostitución. Además de lo dicho, en el operativo también se encontró un revólver 38 mm, sin documentación, y 12 certificados de buena salud (firmados y en blanco) pertenecientes a la Municipalidad de Pergamino.
Se informó que el allanamiento y la investigación se realizaron dentro de un programa del Ministerio del Interior denominado "Las víctimas contra la violencia", a cargo de la psicóloga social Eva Giberti. Las muchachas paraguayas quedaron a disposición del juez federal Ramón Claudio Chávez y de la Oficina de Asistencia a la Víctima de la Procuración General de la Nación. Un testigo encubierto que es una mujer e involucraría a altas autoridades municipales y donde concurrían algunas personas de la zonas sumamente influyentes.
Un poco de historia
El 3 de abril de 2007, por orden del Juez Federal de Misiones, Ramón Chávez, personal de Gendarmería de Campo de Mayo allanó el local nocturno conocido como Spartakus en el cruce de las rutas 8 y 188 de la ciudad de Pergamino y detectó la presencia de quince mujeres de nacionalidad paraguaya. Las mujeres habían sido reclutadas en Ciudad del Este (Paraguay) para ser traficadas e ingresadas ilegalmente a la Argentina con documentación falsa, durante el mes de marzo, y trasladadas a Pergamino.
El expediente nº 4-1888/07 que originó toda la investigación en el Juzgado Federal en Turno de Misiones, surgió de una denuncia realizada por la Delegación Posadas de la Dirección Nacional de Migraciones que le tomó declaración a una menor de nacionalidad paraguaya hallada en la frontera sin documentos el 28 de marzo de 2007, que confesó haberse escapado de un local llamado "Spartakus", de Pergamino (Bs.As) donde la obligaban a ejercer la prostitución.
Según el testimonio de la menor, el Juez Federal, Ramón Chávez consideró que existiría una organización criminal formada por reclutadores, paseros, falsificadores, cajeras, guardias de seguridad y otras personas pertenecientes a una red de tráfico ilegal de personas para proveer mujeres mayores y menores de edad a los fines de es- clavización sexual a los prostíbulos ubicados en provincia de Buenos Aires.
El local allanado no tenía habilitación municipal, permanecía a la vista con las puertas cerradas, pero los encargados habían iniciado un trámite de cambio de rubro de la actividad nocturna de confitería bailable a cabaret lanzando una campaña publicitaria en un medio local y distribuyendo tarjetas de invitación personal que promovían un espectáculo muy hot para la ciudad.
Previo a la fecha de apertura, inspectores municipales y personal policial realizaron varias visitas al local y según los informes oficiales no constataron actividad alguna, ni presencia de menores. La última inspección se realizo dos días antes del allanamiento realizado por Gendarmería. La menor que se fugo, dejo el lugar cinco días antes de esa inspección. O sea, se deduce que estaba adentro de Spartakus cuando fueron a inspeccionar.
Las fotografías y los croquis que constan en el acta de allanamiento de Gendarmería muestran claramente las personas sometidas a la explotación sexual, la presencia de personal a cargo del funcionamiento, un grupo de clientes, y un lugar especialmente diseñado con comparti- mentos, camas y colchones, en la parte alta, donde se ejercía la prostitución. Además, como detalle, el local (aun sin abrir), ya tenía una persona a cargo de la seguridad y el estacionamiento de vehículos en la parte exterior.
Una semana después del operativo judicial, el local Spartakus fue incendiado intencionalmente, sin que hasta ahora se conozca el o los autores del siniestro. El fuego evito la aparición de sustanciales pruebas para la causa judicial.
Ciudadana ilustre
El caso "Spartakus" produjo una herida ética en el corazón de la comunidad. Invitada por los sacerdotes Miguel Nadur y Denis Fitzpatrik de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario y con el apoyo del Obispo de la diócesis de San Nicolás Monseñor Héctor Cardeli, la Hermana Marta Pelloni disertó sobre la Trata de Personas y la esclavitud sexual ante quinientos pergaminenses en la Casa de la Cultura, y fue reconocida como "Ciudadana Ilustre" por el Concejo Deliberante.
Los imputados en la causa son: Sergio Alberto Rocha, Juan Julio Lomanto, Luis Angel Bono, Rolando Aquino, Nélida Noemí Valente, Isidra Aquinio, Gonzalo Ruben Pereyra, Graciela Mabel Devia, Jorge Martín Pérez, Gabriel Gustavo Romera, Ramiro Puig y Darío Fernando Piatti. Según el trámite del expediente, resultaron de vital importancia y valor jurídico tres elementos para el complejo esclarecimiento del hecho.
En primer lugar la certificación fehaciente de que dos de las quince mujeres encontradas en el prostíbulo eran menores de edad. Si en ese dato clave no se hubiera podido continuar con la investigación en el marco del código procesal penal de la Provincia de Buenos Aires.
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