Sin embargo a la Eulalia para evitar cualquier problema le dijo que el color verdoso se lo "saco" el huevito de pascuas que le regalaron sus amigos y que le había caído mal al hígado.
Hablando de próceres verdes, nadie entiende muy bien porque los funcionarios municipales dieron la orden de pintarlos de ese color . Seguramente alguna oferta de pintura o tal vez algún militar dio la orden.
Lo cierto que para regocijo de Fabio Zerpa, los ilustres que pueblan nuestras plazas están pintados de verdes. Nadie se salvó de este fusilamiento al buen gusto y a las buenas costumbres.
Solo le pedimos que el próximo color elegido no sea el rojo, porque con los bolonquis que trae y traerá antes de octubre el que te dije…ya es suficiente.
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