(GEI)- El 17 de noviembre de 2010, se inauguró en Florencio Varela la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ). En los primeros meses de 2011 entre sus listados había inscriptos 3 mil estudiantes y, satisfactoriamente el lunes 28 de marzo, se celebró el acto inaugural de comienzo del primer ciclo lectivo. Este éxito inicial de la UNAJ, tiene correlato con el desarrollo de nuevas universidades nacionales en el Conurbano Bonaerense: Moreno, José C. Paz y Florencio Varela, que en conjunto cubren a una población de 1,2 millón de habitantes. “Aquí hay una zona de influencia importante; en Varela hay 420 mil personas y con las zonas aledañas alcanza a las 700 mil personas. Es muy importante la cantidad de inscriptos y eso no ha ido en detrimento de otras universidades cercanas”, manifestó a medios locales el Rector de la UNAJ, el Lic. Ernesto Villanueva. La creación de universidades nacionales, es una importante acción en el marco de políticas de integración social y de desarrollo económico llevadas adelante por el gobierno nacional. Permiten acercar la universidad a miles de jóvenes. El ingeniero Heriberto Jáuregui Lorda, decano de la facultad de ingeniería destacó a Informes “que los inscriptos son primeras generaciones universitarias. Muchos chicos viven en una calle de tierra, lo que habla de una condición socioeconómica difícil”.
La universidad y sus propuestas
Los ejes que dinamizaron la creación de la UNAJ fueron: la inclusión social y educativa de futuros estudiantes, el emprendimiento co-responsable de unidades económicas competitivas que favorezcan el desarrollo local y nacional y la conformación de un espacio de reflexión crítica y de profundización del conocimiento social y cultural.
Si bien las bases están sentadas y el proyecto cuenta con importantes avales, para Jáuregui Lorda en este momento “la tarea principal es ponerla en marcha, esta es una universidad que recién nace. En estos días debemos enfrentar los mayores retos para ponerla en movimiento, que es un desafío muy grande para lo cual contamos con el apoyo total de la nación, provincia, municipio, de la comunidad varelense, también de los municipios de Quilmes y Berazategui porque muchos chicos de ahí concurren”. La unidad académica presenta una oferta que esta dividida en nueve carreras de grado con una duración de cinco años y medio, y dos tecnicaturas de tres años. Estas son: 4 Ingenierías: Electromecánica, Industrial, Informática y Bioingeniería; 3 Licenciaturas en Ciencias Sociales: Administración, Relaciones del Trabajo y Gestión Ambiental; 2 carreras en el área de salud: Licenciatura en Enfermería y Bioquímica; y las Tecnicaturas en temas agrarios: Cultivos Intensivos y Emprendimientos Agropecuarios.
Para su funcionamiento se conformó un plantel de 140 docentes que serán los encargados del desarrollo en la práctica de este emprendimiento. La UNAJ viene a responder a una necesidad que no estaba expresada y que posibilita el acceso de las comunidades más desfavorecidas a niveles de estudio superiores. Con esta universidad, ya suma a 9 el número de casas de altos estudios que desde la inclusión de la población busca trabajar en pos de un proyecto nacional en clave educativa.
Argentinidad y localia
La nueva universidad no sólo implica el crecimiento académico de la región. Si no, también posibilita un acceso igualitario que se mide en términos de cercanía y gratuidad. Con la creación de estas universidades, se genera un proceso de inclusión, como manifiesta Jáuregui Lorda “los chicos obtuvieron una oportunidad que de otro modo no hubieran podido”.
De la totalidad de inscriptos, sólo un 2,1% de los alumnos es nacido fuera del país; la mayoría de los concurrentes son argentinos. De este último sector, el 78,4% reside en Florencio Varela; el 9,6% proviene de Berazategui; el 9,2% de Quilmes, y 1,8% de Almirante Brown. Más de la mitad de los estudiantes vive en un radio de 50 cuadras, el resto a más de 80, o en localidades cercanas. Por ello, la forma de traslado es en su mayoría en uno o más colectivos -sólo unos pocos usan auto o moto- o a pie, según los datos de una encuesta realizada por la propia UNAJ a la totalidad de sus ingresantes.
Los alumnos fueron consultados sobre las razones de elección de dicha unidad académica. El 40,2% manifestó que eligió esta universidad por la cercanía con su hogar, mientras que un 21,4% fue porque se ofrecía la carrera que quería estudiar. Por su parte, hubo un sector –mayoritariamente femenino- que manifestó la elección porque no podían pagar una universidad privada. Asimismo, se conoció que más de las dos terceras partes del alumnado provienen de escuelas secundarias del estado. Entre los estudiantes de estratificación baja esta proporción se eleva a casi el 75%, mientras que entre los que pertenecen a la estratificación alta se eleva el porcentaje que curso en escuelas privadas (45,5%).
Realidades estudiantiles
Durante los actos inaugurales de la universidad, el rector Villanueva, destacó el hecho de que ese lugar le permita estudiar a muchos jóvenes que se veían imposibilitados, por cuestiones económicas, de concurrir a otras facultades.
Los alumnos de la UNAJ son principalmente jóvenes, provenientes de los sectores más desfavorecidos económicamente. Un 45,9% se encuentra en el nivel de estratificación medio bajo y un 27,6% proviene del nivel bajo. “Esto es una ayuda en el futuro a la mejora de los recursos humanos de la región”, puntualizó Villanueva. Como correlato de este dato, desde la institución se apuntó a conocer el nivel educativo de los padres. Se obtuvo que el 80,4% de los padres y el 72,8% de las madres, no han finalizado sus estudios secundarios.
“Hemos tenido en los primeros días una respuesta extraordinaria de los chicos que han asistido, no hemos notado ninguna diferencia desde el punto de vista de la atención y la intelectualidad con respecto a chicos de otras Universidades” destacó Jáuregui Lorda “Hay una concentración muy grande y un empeño muy grande en ellos porque lo ven como una posibilidad de movilidad social muy importante”, definió.
Trabajo y compromiso
Entre los datos que expresa la encuesta, se destaca la tasa de empleo que (relación entre los ocupados y la población total) alcanza el 50,5%. Esta proporción es mucho mayor entre los hombres (59,7%) que entre las mujeres (45,3%). Por otra parte, la tasa se eleva proporcionalmente con la edad, siendo muy alto entre los mayores de 25 años, donde alcanza a alrededor del 66%. En relación a ello, desde la Universidad se desarrollan políticas tanto de contención de los alumnos para que no abandonen sus estudios como de inserción en el mercado competitivo. “Todas las carreras tienen título universitario intermedio que les permite a los alumnos, a los tres años tener una salida laboral más rápida”, describió el decano de Ingeniería. La universidad evidencia un trabajo muy cercano al territorio y la región. La propuesta ya ha sido lanzada, los primeros inscriptos comenzaron a cursar y a ser parte de la comunidad universitaria del país. Ahora, sólo resta el desarrollo académico creciente en pos de colaborar con el proyecto de extensión universitaria al que adhieren. “Es un desafío muy grande para nosotros. No podemos defraudar ni a los vecinos, ni a la presidenta que nos han dado tanto apoyo” enfatizo el ingeniero Jáuregui Lorda.
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