(GEI/AEN)- El medicamento antioncológico fue desarrollado por un consorcio público-privado, en el que confluyeron numerosos científicos, médicos, bioquímicos, e instituciones como el Conicet y la Universidad de Quilmes, entre otros.
Durante el año pasado, se realizaron unos 300 estudios clínicos de medicamentos. Pero sólo se inició uno para probar una molécula antioncológica de desarrollo local: es el que estudiará los efectos del racotumomab, una vacuna terapéutica contra el cáncer de pulmón avanzado, fruto de más de quince años de investigaciones.
“De los ocho productos que están en distintas etapas de investigación, éste es el más avanzado. Después de los estudios in vitro, en animales, toxicológicos y en grupos reducidos de pacientes, ahora ingresamos en la fase III que, si arroja resultados positivos, es la que antecede a la comercialización”, describe Roberto Gómez, gerente de proyectos de oncología y biotecnología de Laboratorios Elea. El ensayo, que se realiza también en otros países abarcará a 1084 pacientes.
“Los resultados preliminares son alentadores y por eso avanzamos hasta esta etapa -subraya Gómez-. Es decir que en las pruebas previas los pacientes tuvieron una sobrevida superior a la esperada si no se hubiera usado esta vacuna. La idea, ahora, es confirmar estos resultados administrándole a un grupo de participantes la medicación estándar y comparando los efectos con otro grupo que tomará lo mismo, más el medicamento en estudio.”
En el país se registran anualmente entre 15 y 20 mil casos nuevos de cáncer de pulmón. Alrededor del 15% pueden operarse, pero la mayoría llega con tumores avanzados, afirma el doctor Eduardo Richardet, director del Centro Oncológico de Córdoba y uno de los investigadores del estudio.
El racotumomab es una vacuna terapéutica; es decir, que no previene, sino que ayuda al sistema inmunológico del paciente a generar anticuerpos contra un blanco molecular muy específico que bloquearía el crecimiento del tumor. Las primeras cinco aplicaciones subcutáneas serían una vez cada dos semanas y las siguientes, una vez por mes.
El protocolo de investigación establece que participen en el ensayo pacientes con cáncer de pulmón avanzado, que hayan recibido tratamiento con quimioterapia de primera línea y que hayan respondido a la medicación o tengan enfermedad estable. Según explica el doctor Luis Fein, director de investigaciones clínicas del Centro Oncológico de Rosario, de lo que se trata es de dilucidar si la vacuna es capaz de consolidar o aumentar la sobrevida.
|