Néstor Walenten, titular de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA), confió en que para este año se prevé que “las divisas que surjan de la cosecha del agro y de las exportaciones sean volcadas, en parte, en ladrillos”.
Desde la Cámara Inmobiliaria de la provincia, aseguran que desde 2002 hasta la actualidad el sector agrícola vuelca la mayoría de sus inversiones en bienes inmuebles para alquilar. La explicación es que si el inversor deposita su dinero en el banco obtiene un porcentaje, pero si con ese dinero compra un inmueble como inversión para alquilar, aunque obtiene un porcentaje menor, se cubre de la inflación.
Desde esa entidad, entienden que el mercado inmobiliario se presenta en el 2011 con mucha inversión volcada hacia los ladrillos en emprendimientos de la zona sojera de Buenos Aires, pese a la incertidumbre propia de un año con elecciones presidenciales.
Según el informe del Colegio de Escribanos bonaerense, en 2010 se concretaron 122.681 operaciones de compra y venta de inmuebles, lo que implicó un crecimiento interanual del 16,1 por ciento en la provincia.
Pese al incremento de las transacciones inmobiliarias que están marcando en el territorio bonaerense, las ventas también siguen estando muy lejos del récord histórico, que en este caso se alcanzó en 2006 cuando se vendieron 140.841 propiedades (es decir, un 12,8% más que en 2010).
Los operadores inmobiliarios del interior provincial de distritos como Junín, Lincoln, Bragado y Chivilcoy, aseguran que los inmuebles superan los precios lógicos y se acercan a las cotizaciones que tienen los barrios más buscados de los grandes centros urbanos, como La Plata y Buenos Aires. El mismo fenómeno está ocurriendo en Colón.
Las razones para explicar semejante desmesura a la hora de evaluar las cifras que se manejan en las operaciones de compra de departamentos, casas y quintas, además de los locales comerciales, se basan en las inversiones que provienen del sector agropecuario.
Las abundantes cosechas, especialmente de soja, con precios internacionales que le otorgan al campo excelentes niveles de rentabilidad, generan excesos financieros que en otros tiempos iban a maquinarias y campo y ahora se destinan a inmuebles urbanos.
La falta de crédito
No obstante a la hora de comprar sigue faltando crédito hipotecario para adquirir la primera vivienda, reconoció Walenten y apuntó que sólo el 6 por ciento de las operaciones de compra venta se hacen vía crédito.
Según datos de Reporte Inmobiliario los únicos que dan créditos hipotecarios accesibles son los Bancos Provincia, Hipotecario y Nación, pero son pocos los clientes que pueden cumplir con la proporción necesaria entre ingresos y pago de cuotas.
Desde la Cámara Inmobiliaria bonaerense argumentan que “sectores medios con alta capacidad de ahorro pueden llegar a ahorrar mensualmente cerca de 4.000 pesos, o mil dólares, que pueden ser volcados en un emprendimiento inmobiliario.
Los desarrolladores arman ofertas desde esa base. Cobran un pago inicial de 30 o 40 por ciento y el resto son cuotas de 1.000 dólares para construir inmuebles. Sucede que la media de los asalariados no está ni siquiera cerca de pensar en un ahorro cercano a los mil dólares y mucho menos si aún está pagando alquiler. (DIB)
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