El satélite creado en la Argentina será trasladado a Estados Unidos desde Brasil, donde fue testeado, para ser lanzado al espacio el 9 de junio. Su objetivo principal será medir la salinidad de mares y océanos para elaborar modelos climáticos a largo plazo. Es decir que servirá como un observatorio espacial para el clima y el medioambiente.
El SAC-D/Aquarius fue fabricado por Invap, una empresa estatal rionegrina que recibió el encargo de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE). Desde el año pasado el aparato fue trasladado a Sao Joao Dos Campos, donde el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais (INPE) del vecino país realizó los ensayos ambientales de rigor.
El organismo informó que el SAC-D atravesó con éxito todas las pruebas y, luego comenzó a ser cargado en el avión C17 dispuesto por la NASA para su traslado a la base de lanzamiento de Vandenberg, California, a donde llegará el miércoles próximo para ser puesto en órbita por el cohete Delta II.
El viaje del satélite
El sábado 26 de marzo salió un primer vuelo, con gran parte del equipamiento de apoyo del satélite: computadoras para ensayos, instrumentos de medición, equipamiento de soporte mecánico y herramientas.
En un segundo vuelo viaja el satélite SAC-D Aquarius, el carro de integración, dispositivos de izaje, los paneles solares y el resto del equipamiento de apoyo. En total son 44 toneladas de equipamiento.
Al llegar a la base de California lo recibirá personal de la Conae y de la empresa responsable del lanzador y de la NASA, entre otros profesionales. Luego, se dará inicio a la campaña de lanzamiento que incluye la verificación de funcionamiento y sus componentes tras el viaje a la base, se realizará una serie de ensayos y se llenarán los tanques de combustibles de propulsión del satélite. Finalmente se realizará su integración al vehículo lanzador.
Elementos y componentes
El SAC-D/Aquarius, se trata del cuarto, mayor y más complejo satélite del Plan Espacial Nacional de Argentina: pesa 1.341 kilogramos, mide 2,7 metros de diámetro y siete metros de largo. Los datos que recabe serán de vital importancia para estudiar el cambio climático y entender los efectos de las interacciones entre el ciclo del agua, la circulación oceánica y el clima.
Además, medirá la humedad del suelo a gran escala, que permitirá elaborar alertas tempranas de inundaciones y aparición y dispersión de enfermedades, y contribuirá a la producción agroganadera.
Entre los instrumentos que lleva a bordo, el principal es el Aquarius, radiómetro y escaterómetro aportado por la NASA, que medirá la salinidad del mar. A su vez, la Agencia Espacial Italiana (ASI) aportó el instrumento ROSA, para tomar perfiles atmosféricos, y la agencia espacial francesa CNES el Carmen 1, para determinar la distribución de micrometeoritos y desechos espaciales.
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