Según la encuesta que consultó a más de mil casos en el conurbano y el interior, el 75,2 por ciento de las personas eligió a la inseguridad como el principal problema de la provincia. Pero como las respuestas podían ser múltiples, también el 56,8 por ciento de los consultados dijo sentirse preocupado por la pobreza y el hambre, y el 52,2 por ciento por la falta de trabajo.
“Los tres son problemáticas sociales que normalmente se vinculan entre sí y dejan delineada la agenda de los problemas más complicados en las representaciones de los habitantes de la provincia, sin mayores distinciones de edad, nivel socioeconómico o sexo”, señala el informe encargado por la Secretaría de Derechos Humanos bonaerense y que se realizó en Gran Buenos Aires, Mar del Plata, La Plata, Bahía Blanca y en localidades del interior como Baradero, Tandil, González Chaves y Pigué.
Entre lo que respecta a la inseguridad, preocupa en un porcentaje mayor a la clase baja que a la alta (79,4 contra 67,9 por ciento), mientras que el segmento erario que más destacó el tema fue el de más de 61 años, con el 80,9 por ciento. También la desocupación es un tema que inquieta más al sector de bajos recursos con el 55,4 por ciento.
Luego de la primera camada de los principales problemas, aparecen tres cuestiones: educación, drogadicción y corrupción. Tres de cada diez bonaerenses marcan a estos temas como problemas que preocupan. “La drogadicción también suele vincularse con la inseguridad como uno de los factores imputados cuando se trata de establecer causas, al menos, en los delitos violentos”, destaca el informe.
Más abajo en las inquietudes de la sociedad, aparecen cuestiones como la salud y la atención en los hospitales, la situación en general de la economía y, al final, los chicos de la calle, menciones que, tratándose de respuestas múltiples, son muy pocos frecuentes.
DELINCUENCIA
Relacionados con la inseguridad, el 52,8 por ciento de los encuestados aseguró que está de acuerdo con la afirmación “la mayoría de los delincuentes no tienen recuperación”.
En tanto, ante la consulta de si “la mayoría de los drogadictos son delincuentes”, el 14,9 por ciento dijo estar “muy de acuerdo” con esa afirmación, mientras que el 28,4 por ciento se mostró “algo de acuerdo”.
Finalmente, la cuestión del estigma es consecuente con la visión que expresa la primera de las afirmaciones. Por eso, más del 35 por ciento de la gente se mostró de acuerdo con la frase “yo no emplearía a ninguna persona que haya estado presa”. (DIB)
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