El descubrimiento permitiría reemplazar los tradicionales ladrillos de adobe y de esta manera minimizar los impactos ambientales negativos de la minería de suelos, informó la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) en un comunicado.
La obtención de materia prima para la industria del ladrillo trae muchas im- plicancias ambientales y la construcción genera importantes cantidades de residuos, que se producen a expensas de las tareas de nivelación y limpieza del terreno, demolición de estructuras existentes y construcción de nuevos.
Esta minería de suelos explota un recurso difícilmente renovable, ya que el tiempo de formación del suelo es de aproximadamente 10 mil años, además para la elaboración de los ladrillos comunes se utilizan los mismos suelos productivos que utiliza la agricultura.
Desde el Cisaua, Instituto de Geomorfología y Suelos, que depende de la facultad de Ciencias Naturales, se pretende minimizar estos impactos ambientales negativos de la minería de suelos, a través del empleo de residuos de construcción y demolición, como así también con sedimentos fluviales extraídos de distintas lagunas y bañados de la región, este procedimiento que consiste en retirar una cantidad controlada de sedimentos, permitirá rejuvenecer las lagunas y convertirlas en cuerpos reguladores de las inundaciones.
Desde que comenzaron con este estudio experimental, en 2008, lograron fabricar modelos de ladrillos en escala; es decir, no tienen el tamaño de un ladrillo común. Pero estas muestras han sido sometidas a ensayos de resistencia como los ladrillos normales, y los resultados han sido muy alentadores. "Se los somete a presión, corte, impregnación de agua, congelamiento y toda una serie de ensayos que marcan las normas internacionales. Y vamos por un buen camino", explicó Martín Hurtado, docente investigador de esa facultad.
En este proyecto de investigación además de la facultad de Ciencias Naturales, participa la de Arquitectura, que se encarga de analizar los residuos de la construcción y los posibles usos de estos. También cuentan con el asesoramiento de la facultad de Ciencias Jurídicas, que se encarga de investigar el tema dominial y de extracción de los sedimentos lacustres.
A su vez los profesionales de la facultad de Ciencias Económicas son los encargados de medir el valor real de los ladrillos tradicionales de adobe, teniendo en cuenta los gastos que implica el deterioro ambiental y de esta manera establecer si los ladrillos hechos por el Cisaua pueden competir en el mercado.
Esta investigación se va a traducir directamente en la conservación de los suelos de mayor productividad, especialmente de aquellos ubicados en las áreas peri- urbanas, destinados a la producción hortícola intensiva.
El geólogo consideró que con esta iniciativa, la idea no es sólo reemplazar el suelo como materia prima para la fabricación de ladrillos, sino también poder devolverles a las lagunas la capacidad receptiva de agua. Y agregó: "Desde ya no se puede sacar una cantidad de sedimento sin control. Hay que hacer una extracción controlada para no estropear un recurso por mejorar otro. Nosotros, como naturalistas, tenemos que cuidar esos detalles", concluyó.
Las actividades extractivas y transformadoras primarias junto a las del sector secundario producen las mayores alteraciones de la superficie de la tierra generando una importante cantidad de residuos sólidos
|