El Fiscal Federal Juan Murray sigue investigando los motivos del fallecimiento del Obispo de San Nicolás Carlos Horacio Ponce de León. En estos momentos el fiscal estaría indagando a quien era el acompañante del conductor de la camioneta que chocó contra el automóvil de Ponce de León.
Por estos días se tendrían certezas que el acompañante pertenecía a los servicios de inteligencia de la dictadura militar. Si es así y de confirmarlo la historia sobre la muerte del Obispo que se opuso a la noche negra de la dictadura puede cambiar. El Caso
El 11 de julio de 1977, a las 6.40, cuando estaba amaneciendo, el auto Renault 4 del Obispado fue embestido en la ruta 9 por una pick-up. El conductor de la camioneta F100, modelo 77, Luis Antonio Martínez, declaró que debió frenar en forma brusca para no embestir a un colectivo. Como la ruta estaba mojada, la camioneta patinó y se cruzó a los trompos sobre la otra mano, por donde avanzaba el Renault 4. Ahora se sabría que el acompañante sería un hombre de la Inteligencia Militar.
El Obispo Ponce de León fue atendido en primer momento en Ramallo, Ponce de León fue trasladado a la clínica San Nicolás en "coma profundo, con fractura y hundimiento de cráneo" según la instrucción policial.
Pero la presunta fractura no aparecerá luego en el informe del sanatorio donde fue atendido. Su historia clínica, si la hubo, no quedó archivada. Tampoco se citó a declarar ni se solicitó documentación a la clínica de Ramallo a la que Ponce de León fuera trasladado en los primeros instantes. Sólo su madre pudo verlo. Ni siquiera a su médico personal se le permitió pasar a la sala de terapia intensiva. La documentación que llevaba desapareció. Había preparado una carpeta para la Nunciatura Apostólica con datos sobre secuestros y torturas en San Nicolás y Villa Constitución. Uno de sus sacerdotes afirma que era una carpeta azul con el título "Asesinato de los padres y seminaristas palotinos". Con esa documentación salió a la ruta, acompañado por el laico Víctor Oscar Martínez, de 19 años, quien cumplía con el servicio militar obligatorio en la Prefectura de San Nicolás.
Saint Amant
La subsecretaria de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, Sara Derotier de Cobacho, querellante en la causa, declaró a la prensa que Martínez contó que cuando viajaba por la ruta el auto volcó repentinamente y pudo ver cómo "un grupo de militares golpeaba con las culatas de sus fusiles al obispo, antes de oír la voz del coronel Saint Amant dar la orden para que lo remataran". Incluso, Martínez habría salpicado a sectores de la Iglesia con esta muerte y habría señalado al Nuncio Pío Laghi como "cómplice" del crimen. "Ponce de León recibía de manera habitual a los familiares de jóvenes desaparecidos y le remitía esa información al Nuncio Apostólico Pío Laghi, que se la entregaba a su vez a Eduardo Emilio Massera", aseguró la subsecretaria
Las pericias
Al cadáver del Obispo Ponce de León nunca se practicó un peritaje accidentológico ni de ingeniería mecánica para establecer cómo se produjo la colisión. En ningún lado consta que se haya realizado la autopsia, aunque ni el médico policial ni un forense hicieron un examen externo del cuerpo para determinar causas evidentes de muerte que la hicieran innecesaria. Tampoco hay un certificado médico que establezca los motivos de la defunción. La clínica donde el obispo agonizaba fue rodeada por fuerzas militares y policiales y lo mismo ocurrió con la Catedral luego de su muerte, tal como había sucedido en La Rioja cuando el asesinato del Obispo Angelelli
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