No fue por una pelea entre hinchas sino por un control policial. Algunos dicen que hubo un "forcejeo". Otros aseguran que fue golpeado, esposado y como consecuencia tuvo un paro cardíaco.
No es la primera vez que sucede. Es una mala costumbre. Es una cadena de irresponsabilidades donde dirigentes, policías y funcionarios se reparten culpas.
900 efectivos (palabra mal usada en este caso) a cargo del operativo, que resultó un fracaso. El encuentro fue bien suspendido a los 7 minutos por el árbitro Sergio Pezzotta después de la ira descargada por parte de los hinchas de San Lorenzo
. Ahora vendrán los cuestionamientos, la búsqueda de responsables, la separación de los cargos de los policías y quiénes estaban en el hecho. Pero lo importante es que se esclarezca el caso y no quede impune como en la mayoría de las veces.
La solución no es que el próximo Vélez-San Lorenzo se juegue a puertas cerradas, sin público. Sería un retroceso más en el casillero por intentar al menos llegar a ser como en Inglaterra u otro país desarrollado. Porque "Violencia es mentir"…Por Gonzalo Calvigioni.
|