El Tribunal Oral Federal 1 de San Martín dictará ese día sentencia veredicto contra Patti, alias "El Loco", de 57 años; el último dictador y ex general Bignone (1982-1983); los ex militares Santiago Omar Riveros y Martín Rodríguez; y el ex comisario Juan Fernando Meneghini. La Fiscalía y las querellas han pedido para ellos la pena de prisión perpetua.
Desde el 27 de septiembre se lleva a cabo en el auditorio "Hugo del Carril" de José León Suárez, el juicio a Patti, que ha comparecido en camilla debido a su mal estado de salud, y los otros cuatro ex uniformados. Todos están acusados, en total, de nueve privaciones ilegales de la libertad -tres, desaparecidos-, dos homicidios, tormentos, y violaciones de domicilios.
Los asesinados fueron Diego Muñiz Barreto, ex diputado nacional por la Juventud Peronista de la Tendencia Revolucionaria -afín a la organización armada Montoneros-, y Gastón Roberto Gonçalves, militante de la misma juventud y padre del joven bajista del grupo de rock "Los Pericos".
También se ventilan en este proceso los secuestros de Carlos Daniel Souto y Guillermo D'Amico y Luis Rodolfo D'Amico -los tres siguen desaparecidos-, Juan José Fernández (secretario de Muniz Barreto) y Osvaldo Tomás Ariosti (ambos fallecidos).
Fueron secuestrados en 1976 y 1977 cuando Meneghini y Patti actuaban en la comisaría 1ra. de Escobar, donde varios recibieron torturas antes de ir a parar al centro clandestino de detención "El Campito", que dependía de Institutos Militares en la guarnición militar de Campo de Mayo.
Según la Fiscalía, Patti amenazó varias veces de muerte y detuvo a Gonçalves, alias "José", hasta que el mismo día del golpe de Estado de 1976 lo secuestró, y luego torturó, asesinó e incineró el cadáver.
"íDejate de joder o te voy a matar!", dice la acusación que solía espetarle Patti a Gonçalves. De acuerdo con la acusación, el miércoles 24 de marzo de 1976 a Gonçalves lo secuestró Patti y llevó a la comisaría 1ra. de Escobar donde fue golpeado y torturado.
Incluso varios sobrevivientes lo vieron detenido en un camión estacionado en el patio de la seccional, hasta que el 2 de abril apareció muerto de un disparo en el cráneo e incinerado, a un costado de la ruta 4, en el paraje El Cazador, junto a otros tres cadáveres.
Manuel Gonçalves, uno de los hijos de la víctima, contó que su padre "era una de las personas directamente marcadas para ser secuestradas, no es casual que lo secuestraran el primer día del golpe" de Estado.
El joven relató que cuando su padre fue secuestrado, su madre estaba embarazada de él y lo tuvo en la clandestinidad. Luego la mujer, con su bebé, se refugió en San Nicolás, en la casa de amigos, que fue atacada por las fuerzas de la represión en noviembre de 1976.
"A mí también me sorprendió cuando empezaron a hablar de Patti" y su eventual culpabilidad en el caso, pero se mostró convencido de ello a partir de la "prueba documental y los testimonios contundentes" que aparecieron en el proceso.
En tanto, Muñiz Barreto y su secretario fueron secuestrados en febrero de 1977. Menos de un mes después fueron arrojados en un auto a un arroyo, simulando un accidente: Muñiz Barreto murió y su asistente sobrevivió. (DIB
|