Su vestimenta y su cuerpo diminuto delatan que no tiene más de 16 años, pero su rostro refleja que a pesar de su corta edad, le tocó saltar repentinamente su adolescencia y convertirse en toda una mujer. Toma el colectivo de siempre a Lomas de Zamora y se baja en la esquina del hospital Gandulfo. Sube las escaleras con ganas pero con las pocas energías de un desayuno liviano. El pasillo es largo y el destino siempre es el mismo: el sector de neonatología, donde Lautaro, su bebé, permanece en incubadora hace casi un mes. “No buscamos al bebé, pero vino igual. La verdad es que no me cuidé y tampoco lo hacía él. Sabía que podía pasar en cualquier momento”, relató antes de entrar a amantar a su bebé, que nació a los seis meses de gestación.
Adriana no es la única adolescente que se encuentra en la sala de terapia intensiva de Neonatología. Como ella, son muchas las chicas que no llegan a los 20 años y que tuvieron complicaciones en el embarazo que las llevaron a tener un parto prematuro. Según informó el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, durante 2009 el porcentaje de nacimientos en madres adolescentes menores de 20 años fue de 13,70; en tanto se estima que en 2010 la cifra superó el 14%, llegando casi a la misma proporción a nivel nacional, donde fue mayor al 15.
Pero a estas cifras se agrega un dato aún más preocupante: la falta de cuidados médicos durante la gestación. El ocultamiento del embarazo por vergüenza social, el miedo a los padres o la desinformación hacen que las adolescentes no asistan a los controles prenatales, lo cual puede llevar a una serie de complicaciones que, al no ser detectadas a tiempo, culminen en partos prematuros.
Problemas “prematuros”
La jefa de Neonatología del hospital Gandulfo, Graciela Pepe, reveló que en los últimos dos años el mayor problema con el que lidian es que “muchas adolescentes ocultan el embarazo hasta muy avanzado y no se realizan ningún control hasta el nacimiento”, lo que incrementa la cantidad de problemas a la hora de dar a luz.
“El ocultamiento del embarazo hace que el control sea cuando ya es evidente e imposible de ocultar, es decir, al quinto mes. Las chicas tienen patologías propias de la edad ya que se trata de un cuerpo que todavía no ha terminado de desarrollarse. Pero también se llega tarde a las enfermedades porque no se detectaron precozmente”, explicó Pepe. Es esta falta de prevención la que tiene cada vez más incidencia en la cantidad de madres adolescentes que tienen bebés prematuros.
“Hay una relación en la falta de control y el nacimiento prematuro. Hay causas de la prematurez que no se pueden evitar, pero hay otras que son evitables y que, con un buen control previo, se podrían detectar y curar”, advirtió María Teresa Sosa, jefa de Neonatología del hospital Fiorito de Avellaneda.
Por su parte, el jefe de Obstetricia del Gandulfo, Jorge Roza, explicó que los nacimientos prematuros responden a muchas causas: “Pueden ser porque tienen un útero que no está lo suficientemente desarrollado, pero también porque padecen hipertensión, diabetes o toxoplasmosis y nunca fueron a controlarse”.
A su vez, el director del hospital Arturo Oñativia de Rafael Calzada, Francisco Grosso, agregó que una de las principales causas de los nacimientos antes de tiempo son las infecciones no controladas. “Las infecciones pueden llevar al desprendimiento de la placenta y la más común es la infección urinaria”, indicó.
Además, todos coincidieron en que el ritmo de vida que lleva una adolescente, teniendo en cuenta su nutrición y sus hábitos de vida, también juegan en contra.
Datos que preocupan
La proyección de embarazos adolescentes desde 2007 en adelante indica un aumento sistemático de la problemática en la provincia de Buenos Aires: mientras que durante ese año hubo un 13,5% de adolescentes embarazadas, en 2008 se registró una mínima baja del 0,3% (13,20) pero en 2009 se incrementó hasta llegar casi al 14% (13,7).
En este marco, la cantidad de niños nacidos en 2009 en la Provincia fue de 280.104, de los cuales 38.298 resultaron ser de madres adolescentes menores de 20 años; y se prevé que los datos de 2010 superen los números de los años anteriores, llegando hasta más del 14 por ciento. “Hace 32 años que soy doctor y en el último tiempo he visto como nunca a chicas de 14 años embarazadas y hasta he atendido a nenas de 12 años. Sin dudas, en estos últimos dos años se ha multiplicado la estadística”, advirtió el doctor Jorge Roza del hospital Gandulfo. Este centro de salud tuvo un total de 2.300 nacimientos durante 2010, de los cuales el 10 por ciento fueron partos de mamás adolescentes. Además, dentro de este mismo porcentaje, cerca del 30 por ciento fueron nacimientos prematuros.
Desde el hospital Interzonal General Agudos Dr. Pedro Fiorito, de Avellaneda, indicaron que “hubo 1.560 nacimientos y casi el 9% fueron de embarazos adolescentes”, al que refirieron como “un alto porcentaje para la región”.
En tanto, en el hospital Oñativia realizaron 3.400 partos, “de los cuales 340 nacimientos fueron de mamás adolescentes menores de 20 años”. Asimismo, Grosso señaló que dentro de esa cifra se registró “una franja de más del 10 por ciento de chicas que van de los 14 a los 16 años”.
Los datos alertan a los médicos y especialistas en adolescencia, que advierten que el fenómeno se debe a “una suma de muchos factores que la sociedad y el Estado no están preparados para afrontar”.
“En principio no se planifica culturalmente ni educativamente, estamos un poco lentos sobre la problemática. Además, los chicos saben los métodos pero no asimilan la información y no tienen en claro cómo planificar las cosas”, explicó Juan Coll, director del Meléndez. En tanto, desde la Red Nacional de Jóvenes y Adolescentes para la Salud Sexual y Reproductiva (RedNac) -que pertenece a la Fundación para el estudio e Investigación de la mujer (FEIM)- apuntaron a varias razones para explicar el fenómeno.
Por un lado, la falta de información que implica la carencia de diálogo de los adolescentes con los padres y las dificultades que afrontan para acceder a métodos anticonceptivos. Y por el otro, el aumento en el número de embarazos en menores de 15 años como consecuencia de relaciones forzadas o desiguales.
“Muchos chicos comienzan su sexualidad a temprana edad. Se estima que los varones se inician a los 13 años y las chicas a los 14; y lo hacen con poca o mala información, lo que incide en que se incremente la posibilidad del embarazo y también el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual”, señalaron desde la RedNac.
|