“Los jueces solos no podemos hacer nada, este es un problema de toda la sociedad y todo el estado tiene que acompañar. Habrá que llegar de alguna manera a las fuerzas de seguridad, en eso vamos a trabajar con la procuración para poder hacer un protocolo único para todo el país para la forma de investigar el delito de trata. El problema es mucho más serio de lo que pensábamos”, dijo Argibay.
Con respecto al consentimiento de las víctimas, la jueza destacó que “el consentimiento es un consentimiento viciado, cuando no se tiene la libertad de poder decidir, cuando han sido sometidas y captadas desde pequeñas no hay consentimiento de ninguna manera, ni se puede aceptar”.
“La trata de personas ya sea con fines de explotación sexual o laboral, es un tema demasiado complejo para ser abordado solamente por un estamento, la idea es aunar esfuerzos y en esta primera etapa es sensibilizar a fiscales y jueces y a todos los operadores de justicia para que sean más eficaces en las acciones que vayan a emprender para combatir este flagelo”, remarcó Laura Balart, responsable de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia.
“Esta capacitación o sensibilización en materia de género lo que hace es poder evidenciar y empezar a captar cuáles son las características propias de las víctimas de este tipo de delito y tratarlas de la manera adecuada”, sostuvo Analía Monferrer, responsable de la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia.
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