Según la empresa, en la zona agrícola núcleo de Pergamino, Rojas, Colón, Salto en el norte bonaerense, donde están las mejores tierras del país, el valor promedio de la hectárea se ubicó en US$ 15.000. Para otros especialistas, los campos allí se cotizan aún más.
Según Luis Clucellas, de Bullrich Campos, para la región núcleo las últimas operaciones estuvieron en US$ 16.000 la hectárea. En tanto, para Mariano Maurette, de Alzaga Unzué & Cía., las mejores tierras van de 17.000 a 20.000 dólares la hectárea.
Varios factores confluyeron para darle firmeza a los valores. "Los precios de los granos y la rentabilidad están firmes", apunto Beláustegui. "El precio de las commodities agrícolas y el sostén de los precios de la carne son una cuota de peso en el afirme de los campos. Seguimos viendo que no existen alternativas de inversión que den alguna pequeña tasa de devolución y que sean inversiones de bajo a moderado riesgo", coincidió Clucellas.
Marcos Lanusse, consultor, agregó que, si bien la demanda actuó selecti- vamente, generó presión por comprar tierras, mientras que, por otro lado, la venta se vio restringida. Precisamente, los especialistas del sector coinciden en que el mercado está con poca oferta de tierras.
"Hay compradores interesados y falta la materia prima. Vemos que hay demanda firme, el mercado está sostenido y si hubiera más campos a la venta, se venderían", opinó Be- láustegui. De todos modos, según el operador, sobre fines de 2010 parece haber sucedido un cambio de tendencia. "Los últimos sesenta días del año fueron de precios firmes y concreción de negocios", explicó.
Otro motivo por el cual no hay un furor de operaciones es que, con valores de los granos firmes, los vendedores buscan afirmarse en lo que piden y eso suele retrasar el cierre de los negocios.
"Venden quienes tienen motivos para hacerlo, ya tomaron la decisión y saben qué destino le darán al dinero. Los que no están en esta situación, por ahora, se abstienen. Conclusión, la oferta es muy escasa", subrayo Maurette. No obstante, por las tierras de calidad se cierran ventas en la zona núcleo del norte bonaerense, sur de Santa Fe y Córdoba.
En este contexto, Lanusse señaló que la volatilidad en los mercados financieros internacionales también jugó su parte. "Resaltó a las tierras productivas como refugio de capital y esto alentó la demanda compradora", indicó. Para Maurette, los interesados por la compra de campos "son conscientes de que no hay argumentos" para que bajen los precios en el corto plazo.
Más allá del aumento promedio, hubo algunas regiones que subieron más que otras. Las mejores tierras fueron las que más subieron y, además, se observó un aumento de los campos ganaderos en línea con la recuperación del precio de la hacienda. En el caso de los mejores campos de la zona agrícola núcleo, para CAT subieron un 25% y en diciembre de 2010 cerraron en 15.000 dólares la hectárea.
En ganadería, para la Cuenca del Salado, que entre otras localidades bonaerenses comprende a Rauch, Tapalqué, Maipú y Dolores, las tierras para la actividad de cría finalizaron 2010 con un incremento del 21,05%. Allí, una hectárea para este rubro promedia los 2300 dólares, según CAT. De todos modos, en tierras que tienen partes para agricultura los valores superan incluso los 3000 dólares.
"Los valores para la ganadería son rentables y los campos para esta actividad, que estaban más relegados, se pusieron a tono", comentó Beláustegui. Este operador dijo que en materia de campos mixtos, que tienen a la vez aptitud agrícola y ganadera, hubo "unas cuantas" operaciones que antes no se veía concretar.
"El negocio ganadero produjo un vuelco, cambiando resultados negativos por interesantes números positivos, y ello comenzó a influir a mediados de 2010 en el mercado local de compraventa de campos, subiendo las pretensiones de sus propietarios y haciendo que los interesados analicen convalidar precios más altos", explicó Lanusse.
Para los próximos meses, los operadores son optimistas sobre los negocios de campos en general. En concreto, esperan que sigan con buenos precios. "El inicio del año está mostrando una demanda bastante inquieta. Me da la sensación de que la oferta es cada vez más escasa y eso genera una situación de precios muy firmes", subrayó Maurette. Para el especialista, la escasez se limita al tipo de zona y características del campo que busca el comprador.
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