La policía de Colón luego de una complicada investigación y de por lo menos tres viajes a General Pico La Pampa detuvo a un joven de 24 años, de profesión albañil, sospechado de haber iniciado el foco ígneo que destruyó el CEF 82, ubicado en calle 51 y 16. Se trata del joven colonense Ruben Ibarra. El inculpado poco después del incendio desapareció de los lugares que solía frecuentar, pero algunos datos y llamadas telefónicas lo ubicaron en General Pico, donde también había emigrado parte de la familia.
La investigación de la DDI a cargo de la oficial Juana Preciado, llevó poco más de tres meses. En el último viaje s pesquisas pudieron ver al sospechoso saliendo de su casa y con las fotografías pidieron a través de la Fiscalia local el exhorto al Juzgado de Garantías Nº 1 de Cesar Solazi. Con la documentación judicial dos miembros de la DDI viajaron a General Pico, tomando por sorpresa a Ibarra que rápidamente se entregó sin ofrecer resistencia.
El caso
En la madrugada del jueves 29 de noviembre de 2007, autores desconocidos ingresaron al edificio de Ateneo, ubicado en la intersección de calle 51 y 16 y dueños de la situación prendieron fuego a un sector construido con madera en el entrepiso (arriba de la cocina y buffet). Las consecuencias fueron muy graves. Las llamas destruyeron en forma total el sector, dañando el techo de parte del complejo. Las pérdidas económicas fueron cuantiosas, aunque lo irremplazable es la información guardada durante diecisiete años de trabajo de los profesores del CEF..
El incendio se declaró a las cinco de la mañana y alertados los Bomberos Voluntarios debieron luchar por más de una hora para conjurar las llamas. Los inadaptados luego de saltar el paredón, forzaron el portón de ingreso que da a la cancha de fútbol, para luego dirigirse a la cantina y posteriormente ascender al entrepiso donde funcionaba el CEF, prendiendo fuego a los archivos. Por la acción del incontenible fuego el entrepiso cedió y cayó sobre los elementos de la cantina que tiene la Cooperadora del Instituto Monseñor Miguel de Andrea.
Los intrusos trataron de llevarse las camisetas de fútbol dejando las mismas desparramadas en su huida. También y con total impunidad se apoderaron de ladrillos construyendo un pequeño parapeto para saltar con más facilidad el paredón.
La marcha de repudio
La Comunidad del Colegio Miguel de Andrea, junto a profesores y alumnos del Centro de Educación Física, acompañados por convecinos, marcharon recorriendo las calles céntricas en total orden repudiando el vandálico atentado que sufrió el Gimnasio Parroquial y donde piromaniacos incendiaron y destruyeron parte del edificio.
Una columna compacta de una cuadra avanzó batiendo palmas. En 47 y 22, se detuvieron y allí se leyó un comunicado de los afectados donde en sus partes principales decía “ Hoy todos los estamentos deben trabajar juntos para esclarecer hechos por una sociedad más justa, donde podamos vivir en paz. En Colón ya no vivimos con tranquilidad, como educadores, como padres no podemos seguir sin querer ver, lo sabemos, lo debemos y lo sentimos, por eso reclamamos la justicia, para que los jóvenes y niños no sientan que esto es natural, que es un caso más”.
También la Unión de Educadores Bonaerenses, la Comunidad Educativa de la Escuela 14y la Escuela Normal Superior repudiaron el tentado.
La columna se dirigió al edificio comunal donde fueron recibidos por el intendente, Ricardo Casi y el Capitán, Rubén Oroza.
El Jefe Comunal, pidió a la comunidad compromiso para descubrir a los autores y que se agotaran todas las instancias para esclarecer el hecho.
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