Por ese motivo, fuera del lugar, se montó un gran operativo policial que intentó controlar la situación. Algo que a los pocos minutos se les fue de control, por lo que incluso se dispararon balas de goma, narra hoy el Diario La Verdad de Junín.
En medio de todo esto Juan, su hermano Fidel (21 años) y su primo de 19 fueron interceptados por los efectivos (dos de ellos estaban de civil), quienes empezaron a agredir directamente al chico de 21 años.
Juan y su primo intentaron frenar la agresión y defender a Fidel. “Cuando lo fui a defender me empezaron a pegar a mí, sin motivos”, dijo el menor, quien -según consigna el periódico local - todavía tiene marcados en su piel los moretones de los bastonazos. Cuando lo tiraron al suelo, uno de los efectivos le piso la cara, mientras los otros lo seguían golpeando e insultando.
El hecho se registró casi al mismo tiempo en que se cumplían dos años de la desaparición de otro joven de 16 años, Luciano Arruga, en la localidad de Lomas del Mirador. Los familiares y organizaciones de Derechos Humanos aseguran y presentaron pruebas de que la última vez que Luciano fue visto había sido apresado por efectivos de la Policía Bonaerense.
María del Carmen, madre de Juan, todavía no puede salir del asombro e indignada sostiene que “es increíble que le hayan seguido pegando”. La mujer, contó que recién se enteró de lo sucedido a las 7:30 de la mañana, cuando un patrullero se paró en la puerta de su casa en el barrio “Los Almendros” para informarle que debía ir a buscar a su hijo a la comisaría. “Y todo había pasado antes de las seis y media, no me llamaron y tampoco le creían que tenía 16 años”, dijo.
“Cuando lo vi golpeado me preocupe, pero no podía creer cuando me contaba que lo habían golpeado dentro de la comisaría. También se burlaban de ellos y los insultaban. Como mi otro hijo se llama Fidel, le decían si era Fidel Castro”, aseguró la mujer, que ya radicó la denuncia en fiscalía.
La mujer contó además que en un primer momento el médico de policía no lo revisó como era debido a su hijo. “Recién lo hicieron cuando mí ex marido, que es policía, lo llevó. Y le dieron un papel en el que se detallan los golpes que tiene. De eso le dejé una copia en la fiscalía a la médica forense que nos atendió cuando fuimos a hacer la denuncia”.
Ahora todo está en manos de la Justicia, que deberá investigar que pasó el sábado a la madrugada a la salida del boliche, y sobre todo determinar quiénes fueron los agentes que atacaron a un menor de edad dentro y fuera de la comisaría.(DIB)
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