Está previsto que sean las querellas quienes inicien su alegato y luego lo haga el Ministerio Público Fiscal, según publica en su portal el Centro de Información Judicial. En principio, y en forma tentativa, se prevé que las jornadas de alegatos se extiendan además a los días 4, 7, 8, 10, 11, 16, 17 y 18 de febrero.
Desde el 3 de junio de 2010, cuando arrancó el juicio, pasaron unos 80 testigos que declararon ante los jueces Adrián Grunberg, Oscar Amirante y Jorge Gettas.
En la causa están imputados Rubén Visuara (ex coronel del Ejército), Eduardo Cabanillas (ex general de División del Ejército), Honorio Martínez Ruiz (ex agente de la SIDE), Raúl Guglielminetti (ex agente civil de inteligencia del Ejército) y Eduardo Ruffo (ex agente civil de inteligencia de la SIDE).
Todos fueron procesados con prisión preventiva por el juez federal Daniel Rafecas acusados de privación ilegal de la libertad, imposición de tormentos y homicidio calificado.
El centro clandestino “Automotores Orletti” se ubicó en Venancio Flores 3519/21, entre calles Emilio Lamarca y San Nicolás, en el barrio de Flores, en la Capital Federal, en una cuadra de viviendas comunes, y estuvo por entonces bajo el ámbito de la Secretaría de Inteligencia del Estado.
Los alegatos se extenderán en principio hasta el 18 de febrero y, tras las últimas palabras de los acusados, para marzo habría veredicto, según estimaron á Télam fuentes del tribunal que lleva adelante el juicio desde el 3 de junio del año pasado.
Automotores Orletti funcionó en el barrio porteño de Flores bajo la órbita de la SIDE en lo que fue un taller mecánico de dos plantas hoy convertido en sitio recuperado para la memoria, que había sido rentado por ese organismo como base operativa durante unos meses y por donde pasaron muchos secuestrados víctimas del "Plan Cóndor", diseñado por dictaduras de la región para concretar persecuciones en distintos países.
Muchas de las víctimas que pasaron por allí fueron uruguayas, como la madre de Macarena Gelman, la nieta del poeta argentino Juan Gelman.
Macarena fue una de las testigos del juicio, al igual que Mariana Zaffaroni Islas, una nieta recuperada por Abuelas de Plaza de Mayo que también declaró en el proceso porque sus padres, los uruguayos Jorge Zaffaroni y María Islas, fueron secuestrados y llevados a Orletti.
Según se estableció en la causa judicial, Orletti estuvo bajo la órbita del fallecido ex jefe de la Triple A Aníbal Gordon y dependía funcionalmente de la Secretaria de Inteligencia del Estado, a cargo entonces de Otto Paladino, también fallecido.
En la causa actúan como querellantes la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, organismos de derechos humanos y particulares familiares de víctimas.(Telam)
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