Los procedimientos en Necochea y Alvarado fueron realizados hoy, por inspectores de la cartera laboral provincial. En el primero de esos casos, se constató que en la Estancia MORO-HUE –ubicada en Ruta 88 Km. 9, Estación Morohue del partido de Necochea— se encontraban 220 personas, procedentes de la provincia de Santiago del Estero, que trabajaban para la empresa SMW Agro SRL.
El ministerio de Trabajo informó que en el lugar, las condiciones de higiene y salubridad eran deficientes, ya que como por ejemplo se constató la falta de duchas, baños, agua potable, botiquín de primeros auxilios y elementos de protección personal. Además, los dormitorios eran carromatos 8 x 2.50 metros en los que debían dormir 24 trabajadores.
Tras la inspección, el Ministerio intimó a la empresa a que presente la correspondiente documentación del personal ocupado, en tanto que la Delegación Regional Necochea constató el pago a tres cuadrillas que habían terminado sus tareas y estaban prontos a retornar a su provincia.
La situación de los trabajadores fue similar a la encontrada en la Estancia Las Cortaderas, en Mar del Sur, partido de General Alvarado. Allí 51 trabajadores procedentes de Santiago del Estero cumplían tareas para Satus Ager S.A, sin las condiciones básicas de higiene y seguridad, por lo que también se intimó a la empresa a presentar la documentación requerida.
Las fiscalizaciones fueron realizadas por personal de las delegaciones Regionales de Mar del Plata y Necochea, encabezados por el director provincial de Inspección del Ministerio de Trabajo, Oscar Kindzersky, y surgieron a partir de una denuncia realizada por representantes de Uatre, quienes estuvieron presentes durante los controles.
En tanto, ayer, la cartera laboral nacional efectuó procedimientos en la zona de San Pedro. Allí, en un establecimiento, 26 trabajadores santiagueños “vivían en condiciones insalubres y se desempeñaban sin adecuadas medidas de protección en la cosecha de guinea”, planta cuyas emanaciones afectan la piel.
Según la reconstrucción efectuada por los inspectores, los trabajadores –ciertamente “en negro”– entraron en conflicto porque el patrón les pagaba menos de lo pactado, y todo estalló cuando el capataz les negó hacer un alto en el trabajo para lavarse.
Exclamando “¡No somos esclavos!”, siete de ellos decidieron irse; el patrón no les pagó los días trabajados y, casi sin dinero, caminando en la ruta, fueron encontrados por una camioneta de la Unión de Trabajadores Rurales (Uatre), que formuló la denuncia.
El establecimiento se halla en Santa Lucía, a 37 kilómetros de San Pedro, tiene 90 hectáreas y es propiedad del empresario conocido en la zona como el “Cachi” Martínez.
“Vivían en condiciones muy precarias, en una casilla y, algunos, en un colectivo en desuso, cuyas aberturas estaban tapadas con telas de plástico; dormían en colchones sobre el suelo”, señaló el fiscal Rubén Darío Giagnorio –a cargo de la UFI 6 de San Nicolás–. Paula Taurizano, delegada en San Pedro del Ministerio de Trabajo bonaerense, observó que “uno de ellos tenía 17 años y no contaba con autorización de sus padres”.
En otro establecimiento, de 20 hectáreas, se desempeñaban once trabajadores de la zona de San Pedro. Todos ellos provienen de la cercana localidad de Gobernador Castro, pero residían en el predio, en malas condiciones de higiene y seguridad. (DIB)
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