“La situación con la sequía es tan complicada, si no es más, que la de 2009”, afirmó el titular de la Asociación Rural de Chivilcoy, Martín Fernández Cagnone.
El dirigente estimó que “la cosecha de maíz será menor al 50 por ciento de su capacidad”, y que esta situación es difícil de revertir porque el cultivo atravesó su etapa de floración durante las dos semanas anteriores, las más duras en cuanto a las condiciones climáticas. Además, señaló que ya comenzaron a gestionar con el intendente local, Aníbal Pitelli, la declaración de Emergencia Agropecuaria.
Los expertos aseguran que este año la situación “es muy dura”, debido a una conjunción de factores: a la falta de lluvias –en diciembre en muchas localidades cayeron menos de 50 milímetros- se suma las altas temperaturas durante el día y la noche, que aumentan la evapotranspiración y con ello el estrés hídrico y la necesidad de humedad.
El fenómeno castiga principalmente a todo el norte bonaerense, en la zona núcleo sojera. En Pergamino, el dirigente rural Roberto Campi dijo que “hay una concurrencia de sequía ambiental, con altas temperaturas y fuertes vientos; con la falta de lluvias”. Esto hace que exista en la zona un déficit hídrico de 100 milímetros en los suelos.
“El maíz está en su peor momento, y es difícil que pueda recuperarse algo”, indicó, al tiempo que sostuvo que “la soja aún puede recuperarse si llueve en las próximas semanas”.
Según los productores, la soja aún puede aguantar unas dos semanas sin lluvia, plazo que para el maíz sería fatal. Con todo, esto puede generar una caída en los rindes, de los que se esperaba mucho según las estimaciones previas, y de acuerdo a la inversión en tecnología aplicada, la más alta en los últimos años.
Ante esto, varias entidades comenzaron a tramitar el pedido de Emergencia Agropecuaria, que permita a los productores diferir el pago de impuestos. Es el caso de los distritos que se encuentran en la Cuenca del Salado, como Trenque Lauquen, 9 de Julio, 25 de Mayo, Saladillo y Bragado, entre otros.
EXPECTATIVAS
Variando en cada distrito, los productores esperan lluvias de 40 a 150 milímetros para “cortar la seca”, según definen. En diciembre, las precipitaciones no llegaron a cubrir el 50 por ciento de la media histórica para ese mes, y las altas temperaturas, con 9 días consecutivos en los que el termómetro superó los 32º también hicieron lo suyo.
Ignacio Azcueta, de la Rural de Pehuajó, indicó que ante esta situación “la soja de primera está sufriendo, y aunque no se puede hablar todavía de pérdidas en los rindes, el panorama es riesgoso”.
En el caso del maíz, Azcueta evaluó que en distritos como Pergamino, San Andrés de Giles, Carmen de Areco, Chacabuco y Rojas “ya se perdió la mitad de la cosecha”.
Por su parte, el dirigente de Carlos Tejedor, Rodolfo Zabala, manifestó que en su distrito “los maíces se están secando”, al tiempo que indicó que “frente a la seca, en muchos lotes destinados a siembra se puso hacienda”.
Otra preocupación de los productores tiene que ver con el dinero invertido en la presente campaña: alentados por la cosecha récord de 2010, y tras dejar atrás los recuerdos de la última sequía, se apostó a mejorar la tecnología, que se traduce en mayor aplicación de fertilizantes y herbicidas para asegurar un rinde superior. De no mejorar la situación, quienes apostaron a la campaña 2011 verían parte de su inversión perdida.
ALERTA NARANJA
Ante la falta de lluvias, especialistas de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA) lanzaron hoy un alerta naranja para productores, indicando que se puede repetir un panorama climático de seca como la registrada en la campaña 2008-2009, que provocó muy bajos rindes en la producción de soja y maíz.
Según el informe, estos dos cultivos de verano se encuentran en “situación límite” por la falta de lluvias y allí especialmente el maíz está sufriendo daños severos por la sequía, aunque el que está implantado podría recuperarse parcialmente si cambia rápido el patrón climático.
Asimismo, la perspectiva de la soja, en cambio, resulta mucho más aleatoria: actualmente hay muchos cultivos de segunda que fueron sembrados en suelo seco que aguardan por las lluvias, algo que los ubica también en “situación límite”.
Los técnicos de CREA lanzaron una “luz anaranjada para los agricultores argentinos”.
“En vistas de la cosecha esperada, ya hay productores pensando en un plan B alternativo. Este incluye suspensión de inversiones y una actitud cauta en los gastos hasta ver finalmente con cuánto grano se cuenta tras la cosecha”, afirmó el vicepresidente del Movimiento CREA, Juan Balbín.
EL TRIGO, MEJOR
Escenario de la peor sequía en años, en los distritos del sur y sudoeste bonaerense la situación contrasta ahora con el núcleo sojero: la cosecha de trigo, aún en marcha en algunas localidades, fue “muy buena”, según los productores.
Así lo refirió el presidente de la Sociedad Rural de Tandil, Mariano Harguindeguy. “Los rindes son muy buenos, como se esperaba. No ha habido sorpresas y el tiempo para cosechar ha sido muy bueno”, consideró.
El dirigente informó que la situación es similar en distritos como Tres Arroyos, San Cayetano, Lobería y Balcarce, donde la trilla se demora respecto al resto de las zonas trigueras.
En contraposición a años anteriores, las condiciones climáticas fueron propicias para los cultivos, dado que “la primavera fue muy buena” y con ello “los cultivos arrancaron muy bien. Después, con la floración en noviembre también se registraron lluvias y además no ha habido heladas tardías, que en otros años han causado muchos problemas y bajas en los rindes. Y el grano terminó secándose con días secos, así que el tiempo acompañó muy bien”. (DIB)
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