El Ministerio de Salud, en tanto, aconsejó adoptar medidas de prevención para evitar descompensaciones y golpes de calor que pueden provocar, entre otros trastornos, las temperaturas altas y recordó que los más afectados son embarazadas, niños y mayores de 65.
El organismo implementó en enero el sistema de alertas de calor y salud en forma experimental en ciudad de Buenos Aires, provincia de Buenos Aires y las ciudades de Santa Fe, Paraná, Córdoba, Tucumán y Mar del Plata.
El alerta amarillo significa “un aumento del riesgo de mortalidad de leve a moderada, entre un 10 a 30 por ciento de la mortalidad diaria, especialmente en las grandes áreas urbanas”.
El organismo manifestó que estudios mostraron que “hay una relación entre las temperaturas y la mortalidad diaria en forma de U” y explicó en ese momento que la población “es susceptible a temperaturas muy bajas en la época invernal y a temperaturas altas en verano”.
El sistema de clasificación de olas de calor y su efecto en la mortalidad comienza con estado amarillo (efecto sobre la mortalidad leve-moderada), sigue con naranja (efecto sobre la mortalidad moderada-alta) y finaliza con rojo (efecto sobre la mortalidad alta-extrema).
El ministerio de Salud, en tanto, recomendó tomar mucha agua, usar ropas sueltas, consumir alimentos frescos y no realizar ejercicios físicos en ambientes calurosos ante la presencia de temperaturas elevadas.
La cartera sanitaria pidió extremar cuidados a las personas que padecen enfermedades crónicas, respiratorias o cardíacas, hipertensión arterial, diabetes y obesidad. (DIB)
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