Las manos y los dedos son los más afectados por el uso indebido de pirotecnia, sostuvo la entidad, y afirmó que en esa zona ocurre el 32 por ciento de lesiones.
El resto de los accidentes ocurre en los ojos (27 por ciento), en la cabeza, cara y orejas (15 por ciento) y en las piernas (12 por ciento).
El miembro titular de la Asociación, Fernando Menvielle, dijo que alrededor del 60 por ciento de las lesiones son quemaduras, mientras que contusiones y laceraciones son las segundas más frecuentes.
Las heridas son de tal gravedad que incluso pueden lesionar los huesos o producir la pérdida de manos o de uno o varios dedos, advirtió el experto.
Menvielle explicó que la cantidad de accidentados menores de edad revela la falta de control por parte de los adultos y sostuvo que se estima que un niño tiene posibilidad diez veces mayor de lesionarse con un fuego artificial si no es supervisado.
El especialista sostuvo que la causa más común de los accidentes con pirotecnia que afecta a menores de edad, es la falta de supervisión.
En ese sentido, mencionó que con frecuencia menores de edad resultan heridos motivados por la curiosidad y en otras oportunidades por experimentación con pirotecnia casera o no autorizada.
La Asociación aconsejó en el uso de pirotecnia: - No permitir que los niños manipulen pirotecnia. - Leer y seguir todas las advertencias e instrucciones. - Utilizar pirotecnia autorizada. - Asegurarse de que otras personas se encuentren alejadas antes de encender una mecha. - No guardar la pirotecnia en bolsillos y bolsos de mano. - Utilizar la pirotecnia en lugares abiertos. - La pirotecnia debe mantenerse en el piso, nunca en las manos ni dentro de botellas. - No tratar de volver a encender fuegos artificiales que no han funcionado completamente en el primer intento. - Solo encender fuegos artificiales en una superficie plana, apartada de la casa, de hojas secas y de materiales inflamables. En caso de accidentes por uso indebido de pirotecnia, la entidad recomendó lavar la zona lesionada con agua fría o helada; no improvisar curas caseras; nunca colocar cremas o pomadas; cubrir la zona afectada con paños limpios; concurrir al centro médico más cercano. (DIB)
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