Maximiliano Martínez tiene 26 años, es de Pergamino, Buenos Aires, llegó a Corrientes a probar suerte y vivir de sus artesanías. Hoy duerme en la plaza por un infortunio que hasta lo dejó sin comer.
Confía en juntar el dinero necesario para volver a sus pagos y comenzar de nuevo, mientras tanto ocupa la plaza Juan de Vera como hogar. Lo acompaña Lorena, de la misma edad, que carga con un niño de apenas un año.
Martínez llegó a Corrientes hace 4 meses con sueños y anhelos de un bohemio. El dinero que le daba la venta de pulseras, tobilleras y otros productos le permitió sobrevivir y hasta pagar una habitación donde dormir.
Pero al poco tiempo las cosas comenzaron a salir mal. Las ventas escasearon y se retrasó en el alquiler de la lúgubre habitación donde descansaba. Al tercer día de no pagar los 15 pesos para permanecer en el lugar, el dueño decidió desalojarlo sin permitirle retirar sus cosas.
Sus cosas fueron tiradas a la calle y la gente se adueñó de ellas. Así todo empeoró. No tenía dinero y la materia prima para realizar sus artesanías ya no era suya.
Desde entonces comenzó a buscar ayuda para poder regresar a Pergamino, su lugar natal. No tuvo suerte y entonces decidió ocupar la plaza Juan de Vera para descansar y lograr llamar la atención de la gente para conseguir ayuda.
Sólo apuesta a conseguir el dinero para volver a Buenos Aires y comenzar de nuevo. Al menos ahora ya no está sólo, lo acompaña Lorena, una chica de su misma edad que carga con un hijo de apenas 1 año.
Ambos confían en poder ayudarse mutuamente. “En las noches ellos duermen en la carpa y yo afuera para custodiar que nada les ocurra”, dijo Maximiliamo Martínez.
(La Republica)
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