"En la historia de la humanidad, el boca a boca funcionó siempre", dice Braga Menéndez a Télam sobre el sentido de esas charlas, que define como "un acto de militancia" y desarrolla en universidades, unidades básicas, municipalidades y sindicatos, entre otros ámbitos.
Braga Menéndez sostiene que la publicidad, aunque válida, es incapaz de explicar por sí misma hechos de la política como la popularidad de la presidenta Cristina Fernández, que sitúa en más del 50% de la intención de voto, para estos días, en el caso del conurbano bonaerense.
"Hice publicidad a tarjetas de crédito, bebidas alcohólicas, zapatillas, automóviles, de todo, salvo sustitutos de la leche materna y cigarrillos, que no quise hacer. Yo digo que si esas marcas hubieran tenido el 10% de los ataques que Néstor y Cristina recibieron, esas marcas estarían fundidas", señala. En las charlas, pide a los participantes "que llamen a las radios para dejar mensajes sobre las cosas que escuchen, escriban a los diarios y las mil formas de dar el debate", de tal manera que "haya todo un ejército de gente defendiendo este proyecto".
"Yo les doy herramientas en temas como la inseguridad, la corrupción o el INDEC; las formas de explicar estas cosas, con un criterio militante, para que el año que viene no demos el gran salto hacia atrás que sería perder las elecciones", dice Braga Menéndez, profesional de la publicidad y militante kirchnerista. Según el entrevistado, los mensajes de comunicación masiva que hace para la Presidencia de la Nación tienen efecto verificable y cita como ejemplo "el comercial de Don Carlos y Tito, invitando a que los empresarios blanqueen al personal". "Se blanquearon 560 o 570 mil trabajadores, no recuerdo bien, cuando se esperaban (con la campaña televisiva) 250 mil.
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