El relevamiento, que contempló algo más de 100.000 casos, determinó que el 37 por ciento de la población encuestada padece anorexia o bulimia, cuando hace diez años el índice era del 26 por ciento. Reveló, además, que el 12 por ciento de las adolescentes sufre algún desorden en la alimentación, mientras que en 2000, año del último estudio, esa cifra alcanzaba el 9 por ciento. El informe subrayó como un dato llamativo que la incidencia de los trastornos de alimentación está creciendo entre los varones, al precisar que aumentó casi 7 puntos en la última década. Asimismo, determinó que si bien estas enfermedades tienen mayor incidencia en la adolescencia, la edad de comienzo es cada vez más temprana.
"Tenemos niños desde los seis años con cuadros completos", advirtió Mabel Bello, presidenta de ALUBA. Los expertos de la asociación identificaron que en ambos sexos hay una mayor cantidad de casos: mientras que en 2000 el 12 por ciento de la población encuestada tenía desórdenes alimenticios, en la actualidad esa cifra alcanza el 21 por ciento.
"Si bien las patologías tienen mayor incidencia en la adolescencia, detectamos que la edad de inicio es cada vez más temprana. El riesgo de esta situación es que la enfermedad se vuelva crónica pudiendo acompañar a la persona que la padece durante toda su vida", alertaron.
En tanto, Verónica Chamorro, del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI), coincidió con los expertos de ALUBA en que la realidad de los trastornos alimentarios empezó a cambiar por "la publicidad y los modelos imperantes respecto a qué es o no bello y estético, y las estructuras familiares disociadas en las que tal vez hay un padre ausente o una mamá que está mucho tiempo fuera de casa". "Lo que sí se observa, más allá de los sexos y las diferencias puntuales entre varones y mujeres, es que los problemas empiezan antes, es decir que ya no hablamos sólo de adolescentes o adultos jóvenes sino también de chicos", subrayó.
La nutricionista recordó, además, que "los trastornos alimentarios son la consecuencia nutricional de una cuestión que es mucho más compleja y que está íntimamente relacionada con lo psiquiátrico". Además de la bulimia y la anorexia existen otros trastornos alimentarios no específicos definidos con la sigla en inglés EDNOS y que suelen ser cada vez más frecuentes.
Los estudios internacionales revelan que lo padece un 4 por ciento de la población mundial. En este grupo se incluyen los atracones, el síndrome del comedor nocturno, masticar y escupir, las purgas o incluso el comedor selectivo, entre muchos otros. (DIB)
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