Los intereses políticos, económicos y empresarios de los medios, conjuntamente con una toma de conciencia de la ciudadanía para ejercer una lectura crítica acerca de los mensajes expresados, han puesto de relieve las distintas maneras que existen para informar o para intentar llevar a cabo manipulaciones mediáticas.
La implementación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual -a través de una participación popular sin precedentes y de la holgada sanción en ambas cámaras del Congreso de la Nación- constituye un símbolo inequívoco del actual gobierno para fijar un marco regulatorio democrático e inclusivo, que nadie se había atrevido a modificar positivamente desde la recuperación de las instituciones.
También el Estado Nacional se ha presentado como denunciante en la causa denominada "Papel Prensa", con el propósito de determinar la espuria connivencia de la última dictadura cívico-militar con aquellos medios que aún se siguen beneficiando, en perjuicio de todas las demás publicaciones periodísticas del país.
Frente a estas y a otras tantas patriadas sin claudicaciones, existen férreas presiones de aquellos que pretendían gobernar sin los votos, marcar la agenda nacional mediante extorsiones y seguir acumulando negocios en distintos rubros.
Sin embargo, desde el 25 de mayo de 2003, un nuevo ordenamiento de paradigmas, un profundo contenido en la gestión de gobierno, y la paulatina y consistente profundización de la democracia, constituyen sólo algunos de los pilares que siguen modificando sustancialmente la vida de todas y todos en nuestro país.
Los gobiernos del Dr. Néstor Kirchner y de la Dra. Cristina Fernández de Kirchner, son inéditos en materia de transformaciones altamente positivas para la ciudadanía, que permiten otorgar plenos derechos en aquellas instancias donde existiera una necesidad.
Hay que recordar -y la memoria es uno de los estandartes de este modelo- que cuando asumió la presidencia Néstor Kirchner lo hizo con un caudal apenas superior al 22% de los sufragios, con las mezquindades de un ballotage que nunca se llegó a realizar, y en un país arrasado y saqueado en todos los niveles. A su turno, durante el mandato de la actual Presidenta, ella se encontró con la más feroz oposición política, mediá- tica y corporativa. Los referentes de estos sectores, calificados como "la máquina de impedir", se mostraron dispuestos a defender los negociados económicos para unos pocos y no dudaron en mentir, difamar y victimizarse, al tiempo que -en lo que va del año- denostaron el uso de las reservas, solicitaron políticas de ajuste para volver a generar más dependencia, pobreza y exclusión, se negaron a sancionar el Presupuesto, hicieron lobby en contra de la Argentina en todas las Embajadas que les abrieran las puertas, fingieron compasión por los jubilados a los que nunca defendieron, y se sometieron a los medios de mayor posición dominante para realizar todo tipo de operaciones efectistas y sumamente rudimentarias, con el único propósito destituyente o deliberadamente golpista de saciar los propios intereses en perjuicio del conjunto de la ciudadanía.
El triste y repentino fallecimiento de nuestro jefe político, puso al mismo tiempo en evidencia dos países claramente expresados.
En un caso, la masiva valoración de lo realizado en nuestro país y a nivel regional, junto con el compromiso de acompañar con mucha fuerza los próximos desafíos, y la plena participación de jóvenes y adolescentes que desde hace varios años se sienten convocados por este gobierno para construir a través de la política sus máximos anhelos.
Por otro lado, en la vereda del desaliento, el oportunismo y la codicia, se alinearon aquellos que ya no sabían de qué manera enfrentarse con el ex Presidente, ante encuestas propias y ajenas que cada vez se presentan más esquivas y contundentes.
Y existen otros, que se presentan como aliados por conveniencia, que quieren usufructuar la historia, los símbolos y las lineamientos partidarios, para regular esa identidad según convenga, pero sin duda son los gobernantes -en todos los niveles- quienes deben dar el ejemplo para defender las mismas convicciones esenciales con las que accedieron a sus cargos, respetando las premisas y sin traicionar los espacios de pertenencia.
Mientras tanto hay muchos dirigentes y militantes que siguen iluminando un camino que ha estado plagado de oscuridad durante nuestra historia. Y es en ese sendero de la luz y de los ideales, de las convicciones y de las transformaciones profundas, donde millones de personas nos sumamos a pensar y a realizar el país que alguna vez soñamos, que nos merecemos y que estamos dispuestos a seguir construyendo juntos.
Dra. Nora César Diputada de la Nación (MC)
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