Por los menos dos ancianas habrían sufrido en las últimas semanas de un individuo joven y luego uno mayor, con tono imperativo (sin mostrar armas de fuego y sin violencia) le habrían pedido a estas mujeres dinero en efectivo y las joyas que había.
En uno de los casos comprobados por Colón Doce (aunque no habría denuncia policial ni judicial) el hijo de esta mujer que se domiciliaría en un sector de calle 21 se habría retirado minutos antes a su trabajo, y luego llegaron los malvivientes. Esta información indicaría que existe algún grado de inteligencia previa y que actúan organizadamente.
Ante esto -los casos no fueron denunciados por el temor de los ancianos- el Estado Municipal debe tener un organigrama y idear formas de contacto rápido para asistirlos (teléfonos-visitadores diarios etc). No es una tarea difícil solamente hace falta gestión y ganas.
Hace pocas semanas, los vecinos de una mujer que a pesar de estar cuidada, en algunas madrugadas salía al patio gritando o como "perdía conciencia de la realidad" causaba "problemas", llamaron a Colón Doce, y se logró que la anciana pudiera recibir atención las 24 horas. En solamente un ejemplo de otros casos donde se debería prestar mayor atención.
Los ancianos
Sobre un total de 25 mil habitantes por diversos motivos diariamente en nuestra ciudad habría una cantidad de entre 300 y 400 longevos que quedarían o vivirían solos. El Estado Municipal debería implementar un sistema de vigilancia o alerta para lograr evitar hechos delictivos o estafas con esta franja de población muy vulnerable.
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