El Congreso Nacional de Maíz es un clásico que cada cuatro años nuclea los conocimientos generados en torno al cultivo. Inconvenientes coyunturales impidieron su realización en 2009 y es por ello que en el presente año los organizadores pusieron todos sus esfuerzos para llevarlo a cabo y los resultados obtenidos fueron más que positivos, no sólo para los maiceros, ya que esta edición contempló la realización de un simposio en el que se destacaron las potencialidades del sorgo.
El congreso se rigió bajo la "Prospectiva Zea mays" que propone una instancia que visualice la incidencia actual del maíz y a partir de ella elaborar un futuro que posible que permita generar decisiones de cara a los desafíos y oportunidades que se avizoran.
Esta novena edición tuvo como objetivo central presentar las nuevas estrategias aplicadas en el desarrollo y usos del cultivo teniendo presente para ello las cambiantes condiciones que se están viviendo a partir del clima.
La satisfacción de los organizadores fue puesta en evidencia al final del Congreso, así se pudo apreciar en las palabras de Roberto Rotondaro, presidente de AINABA quien destacó que en la previa habían “estimado una determinada cantidad de gente y lo hemos superado. Esa gente está contenta después de lo que pasó en torno a los talleres y los disertantes, con lo cual estamos felices”.
En la misma línea Marcelo Ferrer del INTA Pergamino y a cargo de la presidencia del Congreso explicó que “después de muchas jornadas y varios meses de arduo trabajo estamos muy satisfechos por lo logrado. Tenemos 60% más de trabajos que en el Congreso anterior. Y en cuanto a las disertaciones son más de 200 con lo cual se duplican las de la última edición. El balance es absolutamente positivo. Recorrimos los posters y tenemos trabajos de muy alto nivel tanto en maíz como en sorgo”.
Por su parte, Rotandaro explicó que la cantidad de trabajos presentados tuvo relación con que “hubo mucho espacio entre un congreso y el otro y se generó mucha información. Lo positivo también es que además del volumen de trabajos que siempre presentan el INTA y las Universidades, en esta ocasión hubo muchos posters de empresas privadas, algo muy interesante”.
En este punto es válido recordar que el Congreso históricamente se realizó cada cuatro años, en 2009 se canceló porque organizar un evento de esa magnitud implica empezar a trabajar un año antes y en 2008 las condiciones no estaban dadas.
“Ahora haremos una buena evaluación de este y seguro que en 2014 estamos nuevamente con un Congreso, pero además tenemos algunas ideas dando vueltas, propuestas de acortar las distancias entre un evento y el otro, pero lo iremos viendo tras el balance de éste”, anticipó con optimismo Rotondaro.
Se estima que durante la jornada inaugural se hicieron presentes unas 800 personas y según las últimas estimaciones “participaron del Congreso unas 1200 personas sumando el Simposio de Sorgo” explicó Ferrer.
La columna vertebral del Congreso fue el cambio climático, consultado sobre el particular el Ing. Ferrer indicó que el tema no fue abordado como tema en sí, pero “sí todos los módulos y presentaciones giraron alrededor del cambio climático poruqe mucho tienen para aportar desde la ecofiosiología y los estreses abióticos (sequías, golpes de calor, excesos de agua); desde el mejoramiento y la biotecnología propusimos que nos muestren las empresas cómo están trabajando en cuanto a la ubicación de genes relacionado a esos estreses bióticos y abióticos; en referencia a enfermedades y plagas, las nuevas que se están incorporando desde otras zonas debido a este clima tropical que ha bajado acercándose a las zonas históricamente templadas. Son todos estos factores climáticos que están influyendo en todo lo que hace al manejo y estrategias de mejoramiento. Indudablemente el gran desafío que tenemos en los próximos años pasa por este lugar”.
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