Todo esto ocurrió el miércoles último, luego de que el Tribunal Electoral aceptara la renuncia de Sciaramo, resistido y acusado de dilapidar los fondos públicos, aunque lo ratificó como miembro del gobierno, con lo que se allanó el camino a su reelección.
El miércoles los integrantes del Ejecutivo no se ponían de acuerdo sobre quiénes tenían derecho a votar, a tal punto que se sentaron a la mesa seis integrantes de una comisión que tiene que tener cinco. Finalmente, una de esos miembros se bajó de la votación y el controvertido mandatario logró los votos suficientes para reasumir. Todo en medio de un profundo malestar por la falta de prestación de servicios.
Así continúa una saga que comenzó el 28 de octubre, cuando Sciamaro renunció a su cargo junto a otros dos miembros del gobierno comunal. Pero poco después denunció que había dimitido bajo presión, y hasta habló de un golpe de Estado.
Cuando se conoció la decisión del Tribunal, el abogado de Sciamaro, Antonio Di Benedetto, anunció el retorno de su defendido a la comuna, y hasta adelantó que volvería asumir como presidente.
Pero por la tarde, y en medio de un clima de tensión, con un centenar de empleados y vecinos en la puerta de la comuna que lanzaban insultos contra el ex mandatario, más unos 40 policías que llegaron al lugar a custodiar el acto, la comisión ingresó a la sede comunal con un integrante más, ya que no había acuerdo sobre quiénes tenían que componerla.
La historia. Para entender esto hay que remontarse a los inicios de la gestión. Luego de las elecciones, la comisión comunal quedó compuesta por Sciamaro (presidente), Sergio Giordano (vice); Mariana Gutiérrez, Martín Brandi y Hugo Montani. Este último es el único de la UCR, los otros pertenecen a distintas facciones del justicialismo. Los suplentes eran Santiago Miguel, Hernán Sánchez, Esther Orellano, Stella Rohr (justicialistas de distintos bandos) y Adolfo Torréns (socialista).
Pero en marzo de este año, y luego de desavenencias con el presidente comunal, Brandi, el cuarto integrante de la comisión, renunció a su cargo. En una actitud que ahora la oposición denuncia, Sciamaro no convocó a la cuarta suplente, sino al segundo, Sánchez, de su mismo sector político, quien ingresó a la comuna. En ese momento, al parecer, no hubo objeciones, hasta que se produjo el escándalo institucional.
Renuncia y comisión. Es que el 28 de octubre, y después de serias denuncias de descalabro económico y un prolongado paro municipal, renunciaron al cargo Sciamaro, Giordano y Sánchez. Se conformó entonces una comisión que, según sus integrantes, "surgió del consenso de los principales referentes". La integraban Torren, Rohr y Montani. Pero esa comisión no fue autorizada por la Junta electoral, de modo que se tenía que constituir una comisión con cinco miembros.
El miércoles, el Tribunal Electoral reincorporó a los di- mitentes, aunque aceptando las renuncias a los cargos específicos. Pero la oposición desconocía la legitimidad de Sánchez y exigía que el lugar dejado por Brandi fuera ocupado por quien era la cuarta suplente: Rohr. No era un dato menor, ya que esta mujer no votaría la reelección de Sciamaro, quien fuera acusado de derrochar el dinero de la comuna, incluso, según versiones, en beneficio propio y hasta en su afición al juego.
Es por eso que el último miércoles, insólitamente, ingresaron a la comuna seis integrantes de una comisión que debe tener cinco. Montani, Sciamaro, Giordano, Sánchez, Gutiérrez y Rohr, quien reclamaba su legítima pertenencia a la comisión comunal. Lo hicieron en medio de un clima enrarecido, con los empleados protagonizando un paro que no cuenta con el apoyo del sindicato que los nuclea, y con gente enfurecida con Sciamaro.
Pero al cierre de esta edición, Rohr se bajó y Sciaramo pudo reasumir con tres votos. Pero Montani y Giordano, que no estuvieron de acuerdo, no firmaron el acta y apelarán la decisión ante el Tribunal.
Hasta el cura fue denunciado por el intendente santafesino
Nunca visto en nuestra región que un Jefe Comunal denuncie penalmente al cura párroco de su pueblo por "apriete".
El cura párroco, Godoy, participó de un vergonzoso apriete psíquico que me hizo acordar a los torturadores del proceso. Me decía: "Firmá la renuncia que te van a matar a vos y tu familia. Tu carrera política está terminada"".
La grave denuncia fue formulada por el ex presidente comunal de esta localidad, Daniel Scia- maro, quien adelantó que presentó una demanda penal contra el sacerdote, a quien denunciará en el Obispado de la diócesis al mando de Gustavo Help, de Venado Tuerto. El mandatario renunció semanas atrás por no haber pagado los sueldos de los empleados comunales bajo la sospecha que se dilapidó el dinero en juegos de azar.
No obstante, y horas después de la renuncia, Sciamaro dijo que lo hizo por presiones coactivas que hicieron que peligrara su integridad física. "Esa noche había 500 personas frente a la comuna y un clima muy hostil hacia mi persona. En esas circunstancias firmé la renuncia y el sacerdote fue uno de los principales golpistas, al punto que cuando firmé, comenzó a mandar mensajes de texto diciendo que me habían bajado".
Sin embargo, el referente de la UCR del departamento General López, Maximiliano Pullaro, negó que haya habido un apriete. "Sciamaro miente porque él firmó su renuncia al no poder pagar los sueldos y es injusto que se hable de un golpe de Estado. Habría que preguntarle a los trabajadores comunales si quieren que un personaje de este tipo sea el que gobierna la comuna de Hughes".
Actualmente hay un vacío de poder en esa comuna ya que se conformó un triunvirato con referentes de distintos sectores políticos (un socialista, un radical y un pe- ronista), que según Scia- maro no funciona legalmente.
En los próximos días la Justicia o el Tribunal Electoral provincial resolverán el pedido formulado por la defensa del ex mandatario comunal para que lo restituyan en el cargo. Pullaro, no obstante, cree que "esto no va a suceder, porque está claro cómo actúo Sciamaro".
Pullaro admitió que "hubo más de 500 personas reclamando la renuncia de Sciamaro y golpeando cacerolas. Pero no hubo ninguna coacción. Nunca hubo una trompada ni nada que se le parezca.
Sciamaro firmó su renuncia y ahora la desconoce porque los referentes del peronismo lo obligaron a denunciar que fue amenazado. El peronismo de General López actuó corporativa- mente pese a que los justi- cialistas de Hughes (el ex diputado provincial Roberto Leale y el ex presidente comunal Raúl Bellomo) le habían pedido la renuncia".
Lo cierto es que mandatarios comunales, intendentes y legisladores peronistas del sur santafesino, emitieron un duro comunicado pidiendo la restitución en el cargo del por el momento ex presidente comunal(La Capital)
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