“Mi querido Néstor”

Por Marisol De Ambrosio. “Cuando se muere un ser querido no existen palabras. Cuando se muere un conductor todo lo que se diga es pequeño. Cuando se muere un conductor querido hay desazón.
Mi querido Néstor, mi gran referente, mi ídolo, mi compañero. El que me regaló las más preciosas alegrías, quien me empujó para acompañar las más angustiosas batallas, el que llenó ese espacio vacío que de chiquita anhelaba, los días más felices que nunca tuve hasta que fueron peronistas, desde 2003....

Mi querido Néstor, nunca lloré tanto una muerte como la tuya. Cuando me enteré de la noticia, cuando nos abrazábamos sin consuelo con los compañeros en la Plaza de Mayo, cuando veía los carteles y las flores, cuando recuerdo esa pendejita que el 25 de mayo de 2003 se definió como kirchnerista, cuando miro mis últimos años de vida marcados por la felicidad de saber que vivo el mejor período de la historia argentina.

Mi querido Néstor, esto es lo más difícil que me tocó escribir, sentir, vivir. Como una pesadilla desfilaban las rosas en la Plaza de Mayo. Como una pesadilla lloraba con Lu, en esa Plaza de la tristeza que se llenaba de dolor.

Mi querido Néstor, hoy no dejaste una ausencia, vos sos presencia. El estado presente, las reivindicaciones históricas de las minorías presentes, los desaparecidos presentes, los trabajadores presentes, los sectores marginados presentes, una juventud presente en la militancia más alegre y fervorosa.

Mi querido Néstor, me hubiese gustado agradecerte por todas esas felicidades, por cumplir esos deseos de chiquita que tenía para mi país. Me hubiese gustado abrazarte, decirte que te quiero, que te quiero mucho”.