Según se pudo saber, personas desconocidas ingresaron a la vivienda de Estela Baldesaroni y se llevaron dos computadoras y ropas. La investigación tuvo un hilo conductor y se realizaron dos allanamientos. El primero en la casa del sospechoso, en calle 15 entre 47 y 48, donde se secuestró ropas manchadas de sangre (se realizará un ADN) y en una remisería donde se secuestraron las memorias de las computadoras.
En las memorias se pudieron observar las fotos de la damnificada en un periplo turístico no habiendo dudas sobre su procedencia.
Una fuente dijo que el producto de lo robado se podría utilizar para comprar droga y luego consumirla.
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