River y Boca, grandes en historia pero pequeños en el presente Como todo clásico es distinto pero este parece diferente más que nunca, pase lo que pase. Cuando los "millonarios" enfrenten a All Boys y los "xeneises" a Argentinos Juniors, los dos van a llegar con un solo objetivo: salvar la segunda mitad del mal año futbolístico. Ninguno está peleando el campeonato y está lejos del puntero Estudiantes. Si hablamos de números River está séptimo con 18 puntos y hace 6 que no gana. Pese a esto aún Boca no lo superó sino que está un punto por debajo.
Pero si hablamos en cuanto a lo futbolístico ahí los dos están más en deuda. Nunca fueron un equipo. Con la llegada de Ángel Cappa el hincha de River creía que iban a recuperar la identidad que alguna vez tuvo del buen juego. Pero lejos estuvo de ser así. Sólo jugó lindo y bien el primer tiempo contra Huracán en Parque Patricios. Después fue superado casi siempre en todos los encuentros por su rival. Y pasó a trascender mas la polémica por las siempre desubicadas reacciones verbales y gestuales de Cappa a como jugaba el "equipo".
Y ni hablar del caso "la herida de Lamela" después de recibir una patada de Curbelo, jugador de Godoy Cruz. Pero no hay que enfocar el mal de River para ese lado. El conjunto de Nuñez juega mal porque no tiene un plan de juego definido. Y el fútbol pasa por la táctica y la estrategia. Y Cappa lejos está de utilizar las mismas. Sino basta observar que ante los mendocinos de un córner a favor vino el segundo gol, después de que un jugador del "Tomba" recorra más de 30 metros sin que un jugador lo espere de frente. O bien todas las situaciones que le generan por los dos ¿marcadores de punta? como Ferrari y Arano. River está en promoción. Y sus hinchas ya dejaron de lado el hecho de jugar bien para cambiarlo por lo único que les interesa: GANAR. Mientras que Boca genera más dudas que certezas. Más divisiones que uniones en cuanto a las opiniones de cada uno de sus simpatizantes. Borghi todavía no se afianzó. Si hasta puso a disposición su cargo a los dirigentes. La única luz de esperanza que tiene el hincha es el retorno de Juan Román Riquelme, después de una larga ausencia por una lesión en la rodilla izquierda. Sabido es que el técnico "xeneise" no cambia por nada del mundo el hecho de jugar con línea de 3 (Cellar cuando se recupere- Caruzzo- Insaurralde).
El interrogante es como Ri- quelme jugará con este sistema. No porque Borghi no utilice el enganche sino por como juega en ofensiva el equipo. Los laterales volantes no lo están haciendo de la mejor forma quedando demostrado esto en el partido frente a Independiente con Méndez y Giménez. Pero Borghi nunca encontró la solución en ese puesto, tanto es así que ya pasaron varios y ninguno se adueño del puesto. A pesar de que Escudero o Chávez ocupan la posición de Riquelme ninguno lo imita. No ponen la pelota en el piso ni hace una pausa. Tampoco abastecen de la mejor forma a los dos delanteros como son Palermo y Viatri, que por características son de jugar dentro del área y no salir tanto de ella.
Y si hay un ganador al hincha de River o Boca poco le importara este análisis. Y está bien porque los clásicos se ganan. Pero el pasado y presente de los dos es malo y preocupante. Y el futuro también parece va a coincidir…. *Periodista. Director Técnico Nacional de Fútbol.
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