(Dypra/GEI) - Horas después que el vicepresidente Julio Cobos haya vuelto a votar en contra del gobierno con el cual llegó a su cargo, la presidenta Cristina Fernández vetó la ley que impulsaba el 82% móvil para los jubilados.
Lo que la oposición intenta es desfinanciar y quebrar al Estado para que no pueda cobrar nadie sostuvo la mandataria, al tiempo que afirmó que que antes de votar una norma hay que saber de dónde vendrá el financianamiento, ya que los impulsores de la propuesta carecían de fundamentos a la hora de especificar de dónde podían provenir los recursos para hacer frente a la medida.
Explicaciones Para explicar la decisión que tomó, la jefa de Estado enumeró que en 1958 se instaló el 82% móvil y que en 1962 comenzaron los defícits y juicios contra el Estado por falta de financiamiento. Cristina dijo que en ese momento comenzó "la tragedia previsonal argentina".
En 1972 el 82% móvil fue reducido al 70 y en 1984, tras el retorno de la democracia, el ex presidente Raúl Alfonsín vuelve a colocar las contribuciones patronales, sin que esto alcance para paliar la crisis. En el 86 Alfonsín dictó los decretos de necesidad y urgencia con que se puso en marcha la emergencia previsional.
Ya en la década del 90, "una parte de los fondos con los que se vendió YPF fue para pagar regalías hidrocarburíferas y la otra parte fue para pagar a los jubilados" los bonos que se les colocaron. "Miren cómo terminamos con la historia de la previsión: vendiendo YPF para pagar bonos previsionales", remarcó Cristina.
"En 1994 se instala ante el desprestigio formidable la idea de que es bueno privatizar los aportes previsionales y se crean las AFJP", agregó. Contra Cobos
Por otra parte la jefa de Estado también arremetió contra el su vice, Julio Cobos, quien fue el encargado de definir la votación en el Senado de la Nación, tras haber resultado empatada en 35 votos.
Tenemos un vicepresidente okupa, dijo Cristina en relación al mendocino.Pero Cristina no fue la única en criticar a Cobos. El jefe de Gabinete también cuestionó el accionar del vicepresidente a quien catalogó como un político insignificante y agregó que "su gesto traidor lo va a pasar por encima en el marco de la historia.
El canciller, Héctor Tímermann, fue otro de los que criticó al vicepresidente, al calificarlo como "un gran fracaso argentino". En tanto, el propio gobernador mendocino, Celso Jaqué, fue otro de los que cargó contra el accionar del vicepresidente y todo el arco opositor que apoyó la medida, al sostener que. Es una falta de respeto porque se juega con la ilusión de los jubilados.
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