El trabajo realizado por técnicos del INTA Pergamino indica que el consumo de fertilizantes en Argentina se ha incrementado notablemente en los últimos años, debido a la mejora continua en las prácticas de manejo que conducen a la obtención de cultivos de alto rendimientos y, con ello, mayor demanda de nutrientes.
Nitrógeno y fósforo lideran esta tendencia, elementos sobre los cuales se han desarrollado metodologías de diagnóstico regionales que permiten elaborar recomendaciones de fertilización. Por el contrario, se encuentra información más escasa y dispersa sobre otros elementos con menor impacto actual sobre los rendimientos, como azufre, potasio o zinc.
El incremento de los rendimientos y el uso continuo de nitrógeno-fósforo como únicos elementos ha provocado la aparición de deficiencias de azufre. Estas fueron observadas en suelos degradados o de bajo nivel de materia orgánica, donde se informaron respuestas significativas en cultivos agrícolas y forrajeras, siendo el maíz uno de los que mayor magnitud y frecuencia de resultados favorables presenta. Por otra parte, es de utilidad monitorear la aparición de deficiencias de nuevos nutrientes que limiten la productividad. El potasio por la magnitud en que es requerido, y el zinc por la reiteración de experimentos con respuesta positiva, aparecen como dos nutrientes con elevada probabilidad de obtener resultados favorables.
El objetivo de este trabajo en red es explorar deficiencias de nutrientes en los que hasta el momento se han observado deficiencias localizadas (azufre, zinc) o escasas (potasio), pero que podrían limitar fuertemente los rendimientos en un futuro cercano. Además el trabajo pretende relacionar la respuesta positiva a la fertilización con variables de suelo y cultivo y, de ser posible, establecer criterios de decisión.
Conclusiones
Los resultados obtenidos evidenciaron deficiencias moderadas de azufre y respuestas estables a su aplicación. El nivel de rendimiento y la demanda que esto genera sumado a la historia bajo cultivo permanente parecieran más importantes que su nivel en el suelo, para ambientes agrícolas del norte, centro y oeste de Buenos Aires.
Potasio y zinc mostraron respuestas incipientes que indican la necesidad de su monitoreo en busca de ambientes potencialmente deficitarios, más que la recomendación de aplicarlos en forma generalizada. Mientras tanto, algunas de las variables evaluadas parecieran ser de utilidad como indicadores de diagnóstico.
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