Nota de Opinion
“Bofetones” Por Claudio Berón, de Miradas al Sur. El discurso de la Presidenta no fue música en los oídos de estos hombres de impecables trajes y relojes suizos. Su discurso incluyó de lleno el conflictivo tema de las retenciones y ahondó en el superávit fiscal, el crecimiento económico, el pago de deuda con reservas, el crecimiento de las exportaciones y de la obra pública en Santa Fe....
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Aludió en tono intimista a los comentarios que le hizo al intendente local sobre la cantidad de edificios en construcción, cuatrocientos, que pudo observar desde el helicóptero presidencial. Gran parte de esas inversiones las hicieron desarrolladores inmobiliarios a partir del arrollador impulso del campo. Una hectárea situada a no más de 50 kilómetros de Rosario cuesta de 7 a 15 mil dólares y en algunos casos llega a los 20 mil.
Hombres de números
“Vengo aquí para hablar de números porque ustedes –dijo Cristina Fernández, mirándolos y sin ayuda memoria a la vista– son hombres de números. A mí me gusta hablar de números, pero siempre con éstos sobre la mesa.” Y siguió enumerando cifras: “La economía creció este año un 9%”.
Hizo un silencio, disparó que en el período junio-julio 2010 el crecimiento fue de un 11,1% y preparó al auditorio para el momento esperado y temido. Fue cuando dijo que las retenciones las paga toda la industria, que no son un castigo a un sector, sino una política económica contemplada en la Constitución, y relativizó y comparó las retenciones que pagan el petróleo, el campo y la industria. “Quiero un país donde el sector que más pague sea el sector industrial. Pero si fuera así no estaríamos en Argentina, estaríamos en Francia o EE.UU.” En ese punto del discurso las miradas se hicieron huidizas.
La cosa llegó a cierto punto de tensión cuando la Presidenta volvió a hablar de evasión y de la informalidad que la obliga a “pararse en la Aduana”. “Éste es el grave problema que tenemos –remató–, no en el esquema tributario como algunos dicen, sino en el pago de la cadena de IVA, en el pago de Ganancias, en el grado de informalidad, el grado de evasión, de elusión, que no es de ningún sector en particular, es de la economía argentina.” Pocos aplaudieron, lo aceptaron. En público dicen repudiar la informalidad.
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